Maldito 11-M
UN RECUERDO PARA LAS VÍCTIMAS Y SUS FAMILIAS
Llevamos, mejor dicho llevan, ya más de 2 años y medio, hablando del 11 de marzo de 2004. Y ya puestos, también el verbo habría que cambiarlo, porque no hablan, se escupen mutuamente. No sé si llegará , si es que llega el día en que sepamos la verdad, toda verdad y nada más que la verdad. Lo que es seguro es que unos y otros se pasarán esta legislatura y lo que cuelgue, tirándose los responsables a la cara. Si digo todo esto es porque un periodista ,por quien siento respeto, ha titulado la última entrada de su blog : “11-M 2008”. Como siempre el ‘público asistente’, se ha dividido en los dos bandos de rigor. De entrada, no quería participar en el debate en el que nadie convence a nadie, pero luego me puse a pensar y mi pensamiento se fue a los 192 ‘árboles’ del ‘Bosque de los ausentes’ que se ha convertido en el ‘Bosque de los olvidados'. Y esto es más o menos lo que escribí:
Llevamos, mejor dicho llevan, ya más de 2 años y medio, hablando del 11 de marzo de 2004. Y ya puestos, también el verbo habría que cambiarlo, porque no hablan, se escupen mutuamente. No sé si llegará , si es que llega el día en que sepamos la verdad, toda verdad y nada más que la verdad. Lo que es seguro es que unos y otros se pasarán esta legislatura y lo que cuelgue, tirándose los responsables a la cara. Si digo todo esto es porque un periodista ,por quien siento respeto, ha titulado la última entrada de su blog : “11-M 2008”. Como siempre el ‘público asistente’, se ha dividido en los dos bandos de rigor. De entrada, no quería participar en el debate en el que nadie convence a nadie, pero luego me puse a pensar y mi pensamiento se fue a los 192 ‘árboles’ del ‘Bosque de los ausentes’ que se ha convertido en el ‘Bosque de los olvidados'. Y esto es más o menos lo que escribí:
“Me gustaría que por un momento, pasados ya 2 años y casi 7 meses, de aquella horrible masacre, dejáramos todos, oposición, Gobierno, políticos de todo signo, periodistas silenciosos , periodistas ecuánimes, periodistas de trinchera, gentes de unas credulidades, gente de otras ideas, policías falsificadores al servicio de ambos ‘amos’, jueces progresistas y jueces conservadores... TODOS, dejáramos de servirnos de las víctimas para justificar nuestras propios intereses, dudas, sospechas, más dudas, más ‘certezas’.
Cuando nos hablen de peritos, de jueces, de policías, olvidémonos de sus mentiras y repasemos uno a uno los nombres de las 192 víctimas, con su edad , su nombre, sus apellidos y tratemos de oír sus voces sin palabras que sólo saben repetir una cosa: “Yo me llamaba Liliana, ahora no tengo nombre. Tenía 26 años, pero nunca cumpliré 27, ni 28, ni regresaré a Ecuador, ni mis padres ni mis hermanos volverán a verme . Para mí ya no hay ilusiones, ni decepciones, no reiré más , no lloraré más, no amaré más. Todo me lo mataron. No puedo preguntar quien me mató, ni me interesa, sólo pido la vida que absurda y locamente me robaron..."
Y así, Oscar, español 19 años, Neil Hebe, peruano, 34, Livia, rumana 27, Gonzalo, español 32, Alicia, española 63, ... y Nicolás, un bebé nacido el siguiente 10 de mayo, y que falleció a los dos días como consecuencia de las heridas sufridas por la madre en los incidentes.
Ya no pueden hablar , pero todos los que están utilizando sus vidas rotas para sus intereses deberían oírles decir:
"Un último favor ,
no uséis nuestro nombre
para vuestras maquinaciones
e indecentes peleas.
No tenéis derecho de utilizarnos
y olvidaros de nosotros.
Vuestros intereses son tan mezquinos
que nos da asco
que estéis viviendo unos y otros
a costa de nuestras vidas.
Los unos desde el rencor de la derrota,
los otros abusando de un poder
regado por nuestra sangre,
alimentado con nuestras vidas.
Dejarnos dormir en paz,
nuestra inútil muerte.
Y aquellos que segasteis,
nuestras vidas
- quienesquiera que fuereis-
desde no sé que odio,
desde que extraña sinrazón
o cruel mandato,
sólo os deseamos que nuestras sombras,
nuestros cuerpos destrozados,
nuestras vida truncadas,
os persigan día y noche
hasta que no podáis soportarnos.
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¡Basta ya, por favor!