...¿Y los cubanos, qué?

ALGUIEN VUELA SOBRE EL NIDO DEL CUCO

La gente se pregunta qué pasa con Fidel, pero lo que a mí me interesa sobre todo qué es lo que va a pasar con los cubanos. Voy a atreverme a opinar sobre un país que no conozco más que por referencias de unos y otros. Cuando hablo de unos y otros ya saben a lo que me refiero, los que sin saber tan poco gran cosa, o sabiendo algo, hacen su apología o los que, sin saber tampoco nada o casi nada, le ponen a caer de un burro. Por lo tanto uno se tiene que hacer su propia composición de lugar, de situación y posibilidades evolutivas tras la muerte del Dictador/Salvador Castro, dependiendo de quien juzgue.

Es probable que Cuba sea dentro de los países del entorno uno de los que tenga una mejor medicina, un mejor nivel educativo – que no educación-, y un buen sistema de ayudas sociales . Todo eso lo extraigo , no de conocimientos propios, sino de lo que dicen los defensores del Régimen.

Dentro de los opositores a la dictadura castrista los habrá de todos los pelajes: desde los que viven un exilio dorado en Miami, hasta los que sufren la oposición en sus casas o en las cárceles reservadas a los que no siguen las pautas revolucionarias y defienden su derecho a pensar. Y entre ésos habrá una buena parte del pueblo que suspira simplemente por comer . Todo eso lo supongo, mientras sigo oyendo a los que defienden al que un día de enero de 1959 aplaudieron al vencedor de Batista, los que viven del régimen y les sigue interesando que se perpetúe para seguir gozando de los privilegios reservados a los adictos a las ideas de los que mandan. Entre los que están a favor de que el régimen no se desmorone y se venga abajo estarán los que mandan, adoctrinan, ocupan puestos de confianza por serviles al poder y algunos quizá de buena fe que creen que deben al ‘Comandante’ su educación gratuita, los que se hicieron ‘pioneros’, terminaron su educación secundaria y hasta se graduaron en la Universidad. Soportaron años difíciles , bloqueados por el poderoso ‘hermano’ del norte, teniendo a veces sólo un caldo y arroz para comer. Muchos de ellos seguramente están por ello agradecidos y siguen gritando: “ Que no muera Fidel”. Nunca ningún Fidel tuvo quizá tantos fieles seguidores.

Es el problema de los pueblos que han sido criados como niños, cuando el ‘Padre’ no se sabe si ha muerto, si le están entubando para que aguante, o si como el Ave Fénix resucitará de entre sus propias cenizas. Alguna noticia de eso tenemos los que vivimos momentos algo parecidos. En estos casos, la gente llana se debate entre el miedo y la perplejidad sobre lo que les depara el futuro les gustaría saber qué ocurre en torno a la cama del Caudillo, del Comandante o el Duce y nadie les dice nada. Estas muertes se convierten en un ‘secreto de estado’ , como tantas otras cosas en este tipo de regímenes y en otros que quieren parecérsele en algunas cosas. No es bueno que el pueblo se entere de lo que se cuece, mientras los más cercanos traman, ,manipulan para que no se les termine el chollo.

Mientras eso sucede buitres de todos los colores sobrevuelan la cama del paciente, revolotean por encima del nido del cuco para abalanzarse sobre la verdadera presa: el país , para ver cómo se lo reparten. Esto es lo que de verdad preocupa y me preocupa , el ‘día después’ del pueblo cubano, habiendo como hay tantos intereses muy cercanos. Quizá durante una larga temporada , si fallece el dictador, el foco de interés político lo compartirán el Oriente próximo y ese otro Caribe más algo lejano, pero sólo geográficamente. Suerte, cubanos.