Una vuelta por el Corte Inglés

Pongamos que es Uno que va al Corte Inglés, una tarde de lunes de agosto, cuando supone que los demás deben estar por la playa, durmiendo todavía la siesta después de la paella, sentados en una terraza o haciendo lo que les... plazca .Declaremos también que a ese Uno no tiene por qué interesarle lo que cada cual haga.

-PERFUMES.-Volvamos al tal Uno. Supongamos que le ha dado el ‘arreón’ de hacerse con una nueva cámara. Hasta ahí, normal, dado lo compulsivo que a veces puede ser. Llega, aparca, se coloca en esas escaleras que le suben a uno para que no se canse y de pronto empieza a percibir un intenso olor , cada vez más fuerte, que le hace recular. Sigue desplazándose hacia abajo mientras la escalera sigue ascendiendo y no consigue del todo escapar de ese tufo. Delante, un mozo fortachón, camiseta de deporte de un naranja intenso, pantalón semi-corto es el generador de ese largo e intenso efluvio. Como la distancia ya no puede ser mayor , opta por el viejo remedio de llevarse los dedos pulgar e índice a la nariz y taponársela hasta que pase el temporal. Lo demás todo normal.

- CÁMARAS.-La señorita de las ‘cámaras’ tiene una amabilidad ‘corteinglés’ pero sin demasiada pose. Le muestra unas cuantas cajas , hasta que al Uno en cuestión encuentra la que le satisface. Es el modelo que le parece que mejor le va, tiene el color adecuado y sobre todo tiene la batería que en otras cajas no aparece. La señorita, morena ella, abre y cierra las cajas con una soltura que le sorprende, saca los diferentes accesorios para ver si están todo con una habilidad increíble y consigue que las cajas cierren perfectamente. Al llegar a casa el tal Uno quiere hacer lo mismo y le sobran accesorios o cartones. Sólo después de apretar de cualquier manera logra que cierre, pero con dificultades. ¡ Cómo se puede ser tan poco mañoso!

- LIBROS.-Echa un vistazo a la sección de libros y se admira que se publique tanto, cuando hay tan pocos clientes. Es cosa de remedar la canción de Víctor Manuel: “¿A dónde van los libros que no leemos, que no compramos?” En las mesas cantidad de libros sobre nuestra Memoria Histórica: “El asedio de Madrid”, “ El crimen que desató la Guerra Civil”, “Historia del Ejército Popular de la República”, “La Guerra que ganó Franco”, “Los perdedores de la Historia de España”... entre otros muchos más . Unos y otros se apuntan al carro y sacan sus ‘memorias’ al calor del mercado y el reclamo que gratuitamente se hace desde las alturas. Y me pregunto ¿cuándo terminará la ‘guerra’ que todos perdimos?

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Has tocado mi debilidad,el sitio mas venerado del verano para mi,el lugar donde una se perderia para aparecer tres meses despues como si no hubiera pasado nada,el sitio soñado para vivir cada dia en un planta y no cansarme,pero tambien el sitio donde no se me ocurriria llevar dinero y las tarjetas en casa.
Libros,yo me he pasado tardes enteras en ese lugar,siempre que voy alguno me traigo alguno.Sino son para mi son para mi mitad,otra cosa no tendremos pero libros,los hemos llegado a comprar por kilos en un mercado de Murcia,y no eran precisamente para decorar como suele hacer mucha gente,quedan tan monos en el saloncito.

lo siento lo sigo viendo todo tan negro que no me hagas caso,un beso
Douce ha dicho que…
¿Qué sería de nosotros sin los libros? , sin la vida, las ilusiones, las peripecias, las experiencias, las historias de otras mujeres , de otros hombres que necesitaron en cualquier momento desparramarse entre líneas.

Acabo de pasar unos días con Carmen Martín Gaite y con Ignacio Aldecoa, he vivido sus años duros pero también ilusionados abriéndose camino en una España oscura , destrozada. He paseado por sitios que me son muy queridos y otros en los que jamás he estado. He convivido con ellos estos días como si de amigos se tratara.

Celebro que en las estanterías de vuestra casa los libros no sean un objeto de adorno sino de culto y de necesidad.

Un cariñoso saludo.

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