Resindencial Priasca: " Un estilo de vida"
Todos los días , cuando me dirijo a la playa, me llama la atención una valla publicitaria y una especie de torreta de gran altura en la que además del logotipo de la Empresa anunciadora, se puede leer en grandes letras: "Residencial Priasca : Un estilo de vida". Hasta ahí, nada chocante, si no es que esta desmesurada torre choca, por su dimensiones, con el entorno ambiental, pero a estas alturas, entre la pugna del poder del dinero y el deterioro del Medio, ya sabemos quien tiene perdida la batalla.
No es eso lo que me ha chocado del anuncio. A escasos metros de la torre mencionada, junto a una valla publicitaria que proclama las bondades del tomate autónomico, (tómese la palabra 'tomate' en su más directo significado,nada que ver con cualquier alusión coloquial), se puede ver el siguiente anincio: "Tanatorio Hnos, Nereo", a 50 metros. Al pasar por delante del tal templo dedicado a 'Tánatos', se puede ver delante unos poliedros con el logotipo de la referida empresa constructora.
No cabe duda que los publicitarios que son maestros de aliar imagen y texto no han pretendido ningún chiste macabro cuando han querido promocionar todo el conjunto residencial inmobliario que sigue en marcha, y del cual forma parte el citado el aséptico paralelepípedo.
De todos modos no deja de ser un buen reclamo para los posibles visitantes temporales de esta correctamente fría residencia. Lo que reclama nuestra sociedad es "Ese estilo de vida" para la muerte. Tratamos de desterrar el sentido trágico y desgarrado de la muerte a la que nuestros mayores habían teñido de negro, de llantos, de tremendismo.Quizá no esté mal no cargar más las tintas a un hecho al que todos tratamos volverle la espalda, dejarlo para un período indefinido por temor de mirarle de frente a sus ojos vacíos o plenos, según se les mire.
Perdonen esta reflexión poco dominical, quizá me he excedido en la interpretación de unos simples carteles, que sólo son eso:'publicidad'. Además, para recordar que en la vida hay 'tomate', basta que miremos el anuncio del Gobierno cántabro que está al lado para dale color: "Tomate de Cantabria: frescura al rojo vivo".
No es eso lo que me ha chocado del anuncio. A escasos metros de la torre mencionada, junto a una valla publicitaria que proclama las bondades del tomate autónomico, (tómese la palabra 'tomate' en su más directo significado,nada que ver con cualquier alusión coloquial), se puede ver el siguiente anincio: "Tanatorio Hnos, Nereo", a 50 metros. Al pasar por delante del tal templo dedicado a 'Tánatos', se puede ver delante unos poliedros con el logotipo de la referida empresa constructora.
No cabe duda que los publicitarios que son maestros de aliar imagen y texto no han pretendido ningún chiste macabro cuando han querido promocionar todo el conjunto residencial inmobliario que sigue en marcha, y del cual forma parte el citado el aséptico paralelepípedo.
De todos modos no deja de ser un buen reclamo para los posibles visitantes temporales de esta correctamente fría residencia. Lo que reclama nuestra sociedad es "Ese estilo de vida" para la muerte. Tratamos de desterrar el sentido trágico y desgarrado de la muerte a la que nuestros mayores habían teñido de negro, de llantos, de tremendismo.Quizá no esté mal no cargar más las tintas a un hecho al que todos tratamos volverle la espalda, dejarlo para un período indefinido por temor de mirarle de frente a sus ojos vacíos o plenos, según se les mire.
Perdonen esta reflexión poco dominical, quizá me he excedido en la interpretación de unos simples carteles, que sólo son eso:'publicidad'. Además, para recordar que en la vida hay 'tomate', basta que miremos el anuncio del Gobierno cántabro que está al lado para dale color: "Tomate de Cantabria: frescura al rojo vivo".
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