La ciudad de los perros
By DOUCE
Esta tarde, un poco antes del atardecer, me ha sacado mi papá por el centro de la ciudad, cosa que casi nunca hace. Hoy no sé qué mosca le ha picado que me ha dicho: "Douce , vamos a darnos una vuelta por el centro para ver que se cuece, que nos pasamos el verano y no nos enteramos de los 'eventos' - el cursi de él ha dicho eventos- que ocurren en la calle". Ya puesto , podría heber dicho la frase completa: " Los eventos consuetudinarios que en la rua acontecen"
Lo que pasa es que a estas horas parecía que todo el mundo se hubiera echado a la calle. Los paseos llenos de gente, las terrazas de bares y cafeterías a tope , dando salida a los euros. En pleno paseo una pareja de artistas haciendo una exhibición de bailar el tango. Mi papá diciendo para sus adentros que por qué me habría traído que le hubiera gustado pararse un poco en plan mirón y sacar una foto. Íbamos en el coche y yo callada. Como si hubiera sido yo la que le hubiera pedido que me sacara, cuando sabe que lo que a mi me gusta es andar a mi aire.
Llegamos ya cerca de la península de la Magdalena. Me baja del coche, atada, sin permitirme casi que huela los parterres,- que también yo puedo ser cursi- chocándome con la gente, niños que me señalan con el dedo: "Mira , mamá un guauu , guauu". Yo nunca he dicho: "Mira un voceras, voceras". Otros que al verme se apartan porque estamos bajo sospechas. Vamos, una lata. De pronto siento una necesidad, oliendo la hierba me ha surgido. Me paro para hacerlo, mi papá que previendo que algo de esto podía suceder se había provisto de un folleto turístico que tenía en el coche a falta de otra cosa . Le noto que recoge mis cosas sin mucho entusiasmo y seguimos el paseo.
Entramos en la zona del Palacio y venga gente y gente. Unos sentados en la hierba o en los bancos, otros paseando y los que vuelven de la playa con sombrillas, bolsas y zaleos. A mi papá se le ocurre sacar una foto a un monumento, de Oteiza, cámara en mano pisando la correa para que yo no me escape. Pasa un colega mío, quiero ir a saludarle y resulta que estoy sujeta por la correa que pisa mi papá, le j.... fastidio la foto. Al final desiste y yo puedo acercarme a saludar a mi amigo, pero ¡qué agobio!
Se me ocurre una idea para mi próxima vida. Propondré a mis amigos que en el otro mundo crearemos la "Ciudad de los Perros", una ciudad donde no habrá edificios, todo será campo abierto , con muchas montañas y prados y árboles y ríos y bosques. Nosotros iremos sueltos y serán ellos los que irán atados, les prohibiremos que entre en los sitios resevados a los perros, pondremos carteles que digan : "Hombres , no", "Prohibido hombres sueltos", les vacunaremos y les pondremos un chip para identificarlos. Cuando nosotros salgamos de correrías o para cazar conejos o lo que sea, les dejaremos en las casetas, cogeremos a los más avispados , para que nos cojan las piezas. A la vuelta les traeremos en unas jaulas especiales para ellos. Si se portan muy bien , le diremos : " Muy bien Sultán , te has portado como un Rey", y cosas de ésas.
Y la próxima vez que quiera darse un paseo por el centro que no cuente conmigo.
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