Periodistas. Calma y tempestades

SALUD MENTAL

Una de las razones, casi la principal, por la que el Náufrago sigue comprando el periódico, es por las ‘firmas’ que escriben esos textos estrechos en forma de columna. Los llaman ‘columnistas’. ¿Quinta Columna? Disfruto con su ‘estilo’, su manera de dar forma semi literaria a la actualidad, pasarla por el tamiz de sus pensares y sentires y volcarla en forma de palabras. La verdad es que la mayoría de estos ‘columnistas’ tratan de hacer, a su modo, algo parecido a la literatura. Unos con más acierto que otros.

La mayoría de estos ‘escritores’, frustrados o logrados, escriben sobre el tema nacional por excelencia: la política, los políticos, sus torpezas, sus logros - pocas veces - sus fracasos. Cada cual deja traslucir, con más o menos diafanidad, sus filias o sus fobias. Entre estos artesanos de la pluma hay hombres y mujeres, quizá algunos más de los primeros, aunque poco a poco van comiéndoles terrenos las segundas.

La primera columna que leí y que me sorprendió esta mañana, al abrir el periódico fue de una mujer. Desde el título: “Salud mental”, hasta el último párrafo se filtraba un mundo de sensaciones. La mayoría de los hombres escriben con su cabeza y apenas dejan entrever el mundo íntimo de sus emociones. Vaya usted a saber por qué extrañas razones. Son pocos los que dan paso a lo que sienten, solamente tratan de racionalizar, destripar la realidad principalmente política, con más o menos objetividad, con más o menos acierto, si es que en esto de la política se pudiera acertar. Hay mujeres que también escriben como hombres y se dejan contagiar por este racionalismo. Quizá porque los asuntos públicos, es verdad, no casan mucho con el mundo de las emociones.

Pero volvamos a la “Salud mental”, de la que hablaba la periodista. Por supuesto y aunque parezca mentira, no había ni una alusión a un nombre y a un partido que es asunto de obligado trato en estos días: Rajoy, PP, aciertos, desaciertos, oportuno, conveniente, disparate… La columna empezaba expresando una sensación “me siento nueva… Hoy me conformo con renovar los ánimos”. Y después hablaba de música, de la voz ‘amiga’ que había oído en la radio: “Siempre busco voces amigas en la radio porque acortan la distancia”.

Y más sensaciones: la tostada en el desayuno , el sabor algo rancio de la mantequilla, el desconchón de humedad en el cuarto que da a la caldera… las hortensias recién brotadas en el jardín… “ me ha dado un subidón a consecuencia del cual he brotado yo también”. Todas esas sensaciones vividas en tan sólo unos instantes. Un placer con el reencuentro a una cierta calma, que hasta sus gatas han sentido y han acudido a su alrededor como celebrando la calma recobrada.

Esa era su columna: ‘La emoción de una mañana que tenía una naturaleza real y próxima, desmenuzada’. El Náufrago recogió esta emoción: el retorno a un breve paréntesis, como el de una máquina que ha dejado de funcionar a mil revoluciones, mientras prepara, una nueva e intensa marcha.

El Náufrago iba a hablar también del resto del periódico. Quizá lo haga, para ver hasta que punto no sólo los periódicos, sino las radios, las televisiones y toda la Brigada mediática apunta con sus cañones al corazón de nuestras vidas. Siento estropear la calma que al Náufrago le ha proporcionado la lectura, pero anoche, no sabe por qué extraña casualidad, se encontró con estas imágenes, que son el lado opuesto, el más frecuente con que los medios llaman a la puerta de nuestros ánimos. Oigan, vean y sientan, si ‘esto’ les calma.


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me gustaría saber por qué se autoexcluye, cuando habla de "voceros" pesimistas.
¡Viva la autocrítica!
Anónimo ha dicho que…
Vemos las pajas ajenas (cereales) y no vemos las 'Vigas' propias (no Bigas Luna)

Unos se llevan la fama ... y otros cardan una lana igual de 'gruesa'.

¿Por qué no sabremos desaparecer a tiempo?

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