Hablemos de perros

  • Mira, Douce aquí hablan de congéneres tuyos.
  • Me pongo en lo peor. ¿Algún amigo mío ha mordido a alguien? Es por lo que solemos salir en los periódicos.

  • En este caso, no. Hablan de las características, formas de ser, gustos y ‘disgustos’ de algunos de tus amigos.

  • ¿Ah, sí? ¿Y qué dicen?

  • Te lo voy a resumir. Me gustaría conocer tu opinión autorizada.

  • Ahórrate la coba y vamos al grano. Tú me dices lo que cuentan los papeles y yo te daré mi perruna opinión.

  • Vale. Voy a empezar por el primero: el BULDOG

  • Vaya, como mi amigo el de la 'pelu' que siempre está sentado a la puerta de Bonnie & Clyde y no hay quien lo mueva.

  • Pues de eso mismo hablan, de que ante todo le gusta la tranquilidad, de su santa pachorra. Le gusta la tranquilidad y los buenos alimentos, así que ruega a sus dueños que no se pongan plastas con que tiene que adelgazar, que su gran tarea es la del ‘dolce far niente’.

    Paseos los justos, porque mover esa mole le cuesta mucho esfuerzo y si corre 50 metros no le llega el resuello. Y para terminar dicen cómo deber ser su dueño , un tipo que sea como él independiente y autónomo, porque él, a pesar de su aspecto bonachón no se significa por ser demasiado afectuoso, además de ser un poco guarrete y va dejando babas por toda la casa.

  • Me dejas un poco pasmada. La verdad es que sólo conozco a dos, el de la 'pelu' y otro que se pasea con toda su santa cachaza por los alrededores y no hemos ‘intimado’ demasiado. Y como no me gusta hablar mal de mis congéneres como tú los llamas, te diré lo que pienso. Primero, que antes de adoptar a un perro, sus amos deben saber un poco cuál es su carácter y ver si es él compañero que les conviene. Nosotros, como vosotros, tenemos nuestra propia manera de ser y queremos que se nos respete, porque entonces seremos lo que debemos ser y nadie puede luego quejarse. Y ya de paso, aprovecho la ocasión, para ‘sin afán de protagonismo, como dice el señor Bono’, que te des cuenta de la 'joya' que tienes en casa. Yo soy cariñosa, soy ágil, puedes llevarme a cualquier sitio sin cansarme. En cuanto a lo de la comida, aunque me gusta comer, no llego a tanto como Don Bulldog. Cuido mi línea y tengo un tipo que muchos envidian. Además, yo no soy nada ‘guarreta’, sólo cuando me crece el pelo voy dejando por ahí, alguna mecha que otra. Tampoco voy a ser perfecta.

  • Lo sé, Douce. Sé la suerte que tengo contigo en todos los aspectos. Mira, además he visto que si seguimos a este ritmo, nuestra entrada de hoy, podía ser todo un libro. Así que el comentario sobre los: Boxer, Yorkshire Terrier, Chow-Chow, Husky y Labrador Británico, lo dejaremos para otro momento, o te hablaré de ellos de otra manera.

  • Como quieras, ya sabe que me gusta hablar de mis amigos.

  • Lo que sí te voy a decir es algo que me ha llamado la atención en esta descripción canina. En cada una de las ‘fichas’ de estos ejemplares vienen unas cifras, aparte de su tamaño, y su peso. Un ‘detalle’ muy humano, cada perro tiene un precio.

  • Es que los humanos lo jodéis todo con vuestro cochino dinero. Hasta a los perros les ponéis un precio. Tú bien sabes cuál fue mi precio. “Millones de euros de cariño, fue lo que les dije a los muchachos cuando fueron a buscarme al ‘asilo de perritos’, y no bajo ni un euro”.

  • Lo sé, y aún así eres una ganga, porque no tiene precio lo que das. Sin embargo, según el criterio humano, El Buldog, vale 1.000 €, el Boxer, algo menos: 750€, el Yorkshire, ya se sube a la parra: 1.500 €, el Chow-Chow, cotiza a la baja, otros 750€, lo mismo que el Husky, y un poco más el Labrador Británico que ‘vale’ 800€.

  • ¡Verdaderamente estáis locos, los humanos! No tenéis otro patrón para medir a las personas y hasta los perros que el jodío Dinero. Me dais pena

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