Dos ciudades con 'ese'. S, de Salamanca, y S, de Santander

DOS CIUDADES , DOS VIDAS

El Náufrago ha vivido en una decena de ciudades, cada una ha dejado su sello. Entre todas ellas dos han dejado en él las huellas más profundas: Salamanca, la ciudad de su infancia y Santander donde ha pasado la mayor parte de su vida…

Cada una de estas dos últimas le ha marcado de forma diferente. Si tuviera qué decir cuál de ellas lleva más dentro, tendría que optar por la ciudad del Tormes. Allí están de verdad sus raíces. ¡Y de qué modo! La ciudad es una parte de él, su cielo, el color de su piedra, el íntimo frío de crudos inviernos, la libertad de sus parques, la severidad de sus templos, el carácter de sus gentes, el beaterío de sus ritos. Pensar en Salamanca es estremecerse por dentro porque se despierta toda una infancia, de juegos, de severidad, de experiencias primeras, de nieves y nieblas.

Santander resuena de otro modo en su interior. Sabe a años de profesión, a amigos, a hogar, a paisaje, a mar, a historias ilusionadas y algunas decepciones. Salamanca es la ciudad para soñar, Santander, su ciudad para vivir. Son dos geografías completamente distintas, pero que se complementan muy bien en el interior de los naufragios.

Santander:

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