"Fui yo quien abatió a Saint-Exupéry"

LA ÚLTIMA PIEZA DEL ENIGMA

Poco a poco se va resolviendo el enigma de la desaparición en el mar de Saint Exupéry, el autor del Principito. Ocurrió el 31 de julio de 1944 cuando despegó de su base en la isla de Córcega para una misión de reconocimiento a bordo de un avión "Lightning P38", pero nunca regresó.

Estos días un octogenario de 88 años, Horst Rippert antiguo piloto de la Luftwaffe ha confesado a los investigadores, dos franceses, un submarinista y un experto en búsqueda de aviones perdidos durante la guerra, que fue él el que disparó sobre el avión del escritor: “If I'd known it was him, I wouldn't have fired." ‘Si lo hubiera sabido no habría disparado sobre él, en mi juventud había leído sus libros y le adoraba…’ Demasiado tarde. Quizá esta muerte en el campo de batalla es la que íntimamente deseaba este romántico, torpe al andar sobre la tierra, hecho para sobrevolar la realidad cotidiana. “Lo amaba por su torpeza, por sus andares de poeta, por su aspecto de gigantón que escondía un alma sensible”, escribiría su ‘Rosa’, ya viuda.

Días antes de que ‘Tonio’ como le llamaba Consuelo Sucin, su mujer, le hubiera dicho: “Arréglame la corbata. Dame tu pañuelo para escribir en él la segunda parte de El Principito. Al final de la historia, el Principito dará su pañuelo a la Princesa. Ya nunca más serás una rosa con espinas.”

Antes él le había suplicado: “ Chiquilla, no llores, o yo también lloraré. Parezco fuerte porque soy grande, pero estoy a punto de desvanecerme y si mi comandante o mi general están en la puerta no se sentirán muy orgullosos de su soldado. ¡Ay! Pimpinela, se hace tarde. Tengo que tomar el barco. Pasará mañana delante de esta casa, quizá esta misma noche”.

Estaba en su casa de Bevin House, en North Port, cerca de Nueva York, Consuelo Sucin la había alquilado para pasar quizá los meses más ‘tranquilos’ y felices de su vida con Tonio. Pero no quiso ver partir el barco.

- “No, no intentaré verte pasar sobre las aguas del Hudson que se dirige al mar. Me dijiste que de todos modos no podría verte a causa de las luces eléctricas, que crean reflejos fantásticos en las aguas de acceso. Pero me prometiste que en ese momento me besarías en tu corazón con tal fuerza que sentiría las caricias toda la vida y que no, si no volvías, el río me contaría la fuerza de tu beso, me habla ría de ti.
De nosotros”.
Así termina el libro: “Memorias de la rosa”. Habían pasado más de cincuenta años después de aquel beso de adiós. Durante muchos años fue un misterio que no hizo más que mitificar aún más al autor del Petit Prince, las memorias de la que fue su mujer nos lo trasladó más humana y quizá más próxima. Quedaba por saber cómo se había producido su misteriosa ‘desaparición’ en el Mediterráneo. Primero, en 1998 un pescador halló una pulsera que perteneció a Saint Exupéry y seis y seis años más tarde fueron encontrados restos del avión frente a las costas de Marsella. Pero todavía le faltaba algo por descubrir para quizá romper un poco el halo que produce el misterio.

Hoy, ya lo sabemos: "Pueden dejar de buscar. Fui yo quien abatió a Saint-Exupéry", así se lo dijo a los investigadores, Horst Rippert. El piloto alemán llevaba dos semanas de servicio en la costa sur de Francia cuando en la mañana del 31 de julio de 1944 identificó un "Lightning 38" y se dirigió hacia el aparato. Ripper siguió al avión francés y le alcanzó con varios impactos, tras lo cual vio que caía sobre las aguas, pero no se percató de qué había ocurrido con el piloto

A veces no se sabe que es mejor, si conocer la realidad o que el misterio envuelva la memoria de nuestros ‘héroes’.
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LA PROVENZE. COM

Ils ont retrouvé le pilote qui a abattu Saint-Exupéry

Publié le samedi 15 mars 2008 à 08H54

Le journaliste Jacques Pradel et le plongeur marseillais Luc Vanrell lèvent le dernier coin de voile
Luc Vanrell, le découvreur des débris de l'avion d'Antoine de Saint Exupéry révéle dans son dernier livre l'identité du pilote allemand qui aurait abattu l'auteur du Petit Prince dans la rade de Marseille.

Il s’appelle Horst Rippert et vit toujours, quelque part en Allemagne. À l’été 1944, il avait 24 ans et déjà plusieurs victoires aériennes à son actif. Affecté au groupe de chasse Jgr.200 de la Lüftwaffe, il faisait partie des rares pilotes encore présents dans le sud-est de la France.

Le 31 juillet 1944, deux semaines avant le débarquement des alliés en Provence, Horst Rippert est en alerte sur l’aérodrome des Milles. À la mi-journée, il reçoit l’ordre de décoller: les radars ont repéré un avion ennemi qui croisait à très haute altitude au-dessus d’Annecy, avant de mettre le cap au sud et de disparaître des écrans. VER MÁS>

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P.D.- Leyendo los comentarios al artículo del periódico "La Provenze", algunos lectores al parecer 'bien informados' y conocedores del asunto, no dan fe a lo publicado por Luc Vanrell sobre el posible piloto que abatió el avión de Saint-Exupéry. Encuentran que las 'pruebas' que aporta en su libro l: "St-Exupéry, l'ultime secret ", no son del todo fiables . Hablan más bien de aprovecharse de la imagen del "héroe":

" notre monde a évolué et ce qui compte avant tout aujourd'hui c'est de faire du sensationnel pour vendre. D'où le titre racoleur du livre "L'ultime secret". Sans commentaire !

VER VIDEO DE L.V. 'promocionando' su libro.

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