Algunas reflexiones para antes de un debate

El otro día el Náufrago comentaba cuánto nos cuesta a los españoles, saber conversar, escuchar a los demás, admitir nuestros errores, aceptar las opiniones de los otros aunque no las compartamos. Es lógico pues que, frecuentemente, acaben nuestras conversaciones como el rosario de la aurora, sin lograr llegar a un acuerdo. Quizá ese hecho tan peculiarmente nuestro, es válido para nuestras relaciones personales, lo vemos en las tertulias radiofónicas y llegan hasta los debates de nuestros políticos. Raramente nos apeamos del caballo de lo que pensamos y tratamos de llegar a un punto intermedio, allí donde se funden los errores propios y los aciertos ajenos y viceversa.

Comentábamos algo de lo que nos jugamos en nuestras discusiones. Nada más y nada menos, que nuestra 'seguridad personal'. Para no hacer más larga la entrada no transcribí unas reflexiones que releo a menudo en el libro de Hugh Prather: "Palabras a mí mismo" en el que analiza, creo que, acertadamente, lo que ponemos en juego cuando nos relacionamos.

El Náufrago las transcribe aquí para tenerlas más a mano. A lo mejor sirven para otros:

-"Si algo que tú haces me irrita
quiere decir que tu falta también es mía

La crítica que más me hiere es aquella
que hace resonar mi propia condenación.

- Conozco dos caminos para descubrir
las zonas que no veo de mí mismo.
Uno es saber qué rasgos de los otros me irritan
y el otro el reconocimiento de aquellos
comentarios que me hacen ponerme a la defensiva.

El mejor método que tengo para detectarlo
es gracias a los siguientes síntomas: contesto
apresuradamente, me siento en la necesidad
de hablar demasiado y me impaciento
si me interrumpen. Me pongo explicativo y trato
de persuadir. Pienso acelaradamente y
me resisto a detenerme y a reflexionar, como si
perdiese algo por hacerlo
...
Cuando los demás se dan cuentan de mi reacción, puede que
ellos tomen la situación un poco a broma. Yo me
siento entonces un tanto incomprendido y maltratado.


- Cuando me siento actuando a la defensiva
prefiero tomar conciencia de que estoy
actuando a la defensiva, pero sin dejar de actuar tan defensivamente
como quiero hacerlo.