Acotaciones sobre el punto G.

El Náufrago quiere aclarar el 'misterio' de la entrada anterior.

Los visitantes de esta isla suelen ser muy reservados y apenas expresan su parecer. El Náufrago, naufraga entre elegir los comentarios y el silencio, a partes casi iguales. Le gusta sentir de vez en cuando la cercanía de las respuestas , como tampoco desea que la isla se convierta en un foro al que el Náufrago no podría , ni sabría atender.No conociendo pues las reacciones de los posibles visitantes, va a declarar la(s) suya(s).

La primera vez que vio el vídeo creyó que lo que está viendo era lo que estaba viendo. Perdonen la perogrullada. Que la señora creía de verdad lo que estaba diciendo y que hablaba desde su ingenuidad de persona madura. No le gusta nada al Náufrago el título de "La vieja y el Punto G" que le ha dado el que lo 'subió' a You Tube. Tampoco les hablo de los comentarios, sobre todo de 'sabiondos' varones , que aparecen en el sitio original. Nada extraño, es lo que hay.

Pero volvamos a las reacciones del 'Primer visonado' del isleño, en el marco de : Señora ingenua, presentador 'listillo y gracioso', público cómplice. Con estos presupuestos, celebraba la 'teatralidad y los guiños' de presentador al público, la intencionalidad de las propuestas A,B, C y D, a cada cual más 'explosivas'. Siempre han sido objeto de humor tabúes como la muerte y el sexo. Necesitamos exorcizar nuestros 'temores' o las cosas que nos afectan íntimamente.

En cuanto a las reacciones (risas) del público y la del propio Carlos Sobera , en parte participaba, pero no se sentía del todo a gusto ante las risas del público, creyendo como creía, en la 'inferioridad/ignorancia de la concursante/víctima. De todas formas hay que decir que se divertió viéndolo.

Luego fue advertido y pudo leer , congelando la imagen, el rótulo que aparece décimas de segundos, al principio: "Carlos no lo sabe, pero está siendo víctima de una inocentada por parte del equipo del programa".

A partir de ahí, volvió a ver el vídeo, con las claves en la mano. Entonces el objeto de las risas ya no era la señora 'ignorante', sino el burlador burlado. Admiró la actuación de la 'vieja' sabia y buena artista. Sus frases al público, su calarse las gafas, sus fingidas sorpresas... Sabiendo manejar a su vez los 'puntos sensibles' o los puntos G. , de iGnorancia , de los que antes reían.

Suele ocurrir también de la vida que los 'tontos' dan lecciones de sabiduría a los listillos.

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