El segundo corazón

"Colocamos una palabra allí donde comienza nuestra ignorancia,
donde ya no vemos más allá;
por ejemplo, la palabra yo,
la palabra hacer, la palabra sufrir:
son quizás el horizonte de nuestro conocimiento, pero no verdades".

( “Impostura”.- John Banville)

Cada vez que visito Salamanca, además de recorrer su corazón, allí donde la ciudad de verdad late y vive, suelo traerme un libro que hable de ella. La verdad es que siempre encuentro decenas de libros nuevos, sobre cualquier aspecto de su multifacética vida.

Esta vez me llamó la atención la portada, el título y el nombre de su autor Luciano G. Egido. La portada representaba una de las vistas típicas de la ciudad de las catedrales: la torre altiva de su Catedral Nueva y su cúpula, perdidas allá el fondo de un río Tormes que ocupa casi la portada por entero. Quizá el maquetista quiso dejar gráfica muestra de este ‘río que nos lleva’ que es la vida. Y sobre la espalda de ese río, que invitó, tiempo ha , a sus primeros pobladores a asentarse en sus márgenes, el título: “ El segundo corazón”.

Con él recoge una reflexión del escritor irlandés John Banville: “ El pasado late en mi interior como un segundo corazón”, y refleja lo que el autor salmantino quiere expresar en su libro escrito con las pulsaciones de su recuerdo, una revisión emocionada y sosegada de Salamanca, o por mejor decir de “todas sus Salamancas”. Porque cuando se nace en una ciudad así, y la vida nos trae, nos lleva, nos aleja y nos acerca, hace que la revivamos de mil maneras.

El libro es pues, el fruto de una Salamanca o Salamancas revividas. Para mi propia reflexión, he anotado lo que para él significa el corazón, pulmón y vida de esta ciudad su Plaza. Porque, aunque tenga otras, sólo ésta es: “La Plaza”. En su libro todo lo que es la Plaza para él, está seguido. Me he tomado la libertad de separarlo, como si versos de un poema del recuerdo fueran:

"Con el paso del tiempo, las lecturas, conversaciones y experiencias fui sabiendo que era:
una obra de arte,
una lección de historia,
lugar de citas y cambalaches,
geometría monumental,
estación de paso de nubes voladoras,
piedras civilizadas,
ruedo taurino con cornadas reales y metafóricas,
cenicero celestial y abrevadero de ángeles gozosos,
cedazo de rumores y escupidera humana,
celemín sagrado,
víctima del turismo,
holocausto feliz de las tres de la tarde en el verano,
plenitud otoñal en el crepúsculo,
alivio de caminantes
luz para los ciegos,
refugio de desdichados
¿Quién dijo que era un silogismo en piedra?
Pero, sobre todo,
Noria de amor,
moridero de amor y exaltación erótica,
ámbito de abrazos y de miradas,
pronombres dando vueltas hasta encontrarse,
adjetivos en busca y reconocimiento,
intimidad de palabras enamoradas en el aire,
infinitos círculos dantescos de paraísos en la tierra"

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"El segundo corazón".- Luciano G. Egido (Pasaje de la Letras)

Comentarios

Campu ha dicho que…
Tengo sangre castellana y aun no conozco Salamanca...o por lo menos, no la recuerdo con esa conciencia adulta...

Me encantan esos campos y el color de la dura y bella Castilla.

Y no hablemos de su gastronomía...

:)

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