Los monólogos nocturnos de Douce

-¿Qué haces a estas horas despierta, Douce?

-En realidad estaba esperando a que tú te acostaras. Mientras tanto, al verte, me preguntaba si tú te das cuenta de lo que supongo para ti y para esta casa.

- Tengo una leve idea, creo.

Es probable, pero para ‘saberlo’, es decir, sentirlo, sólo tendrías que imaginar que ya no estoy aquí, que he desaparecido para siempre. Imaginar que por más que busques ya no me encuentras, que por mucho que llames: “¡Douce!, ¡Douce!”, no apareceré corriendo atendiendo a tu llamada. Sentir que cuando mires el arnés que está colgado en esa percha ya no podrás ponerlo en mi cuello, no habrá una pata que se levante para que puedas pasarlo antes de abrocharlo. No tendrás un pretexto para salir, tres, cuatro, cinco veces a dar una vuelta o un largo paseo.

Te has acostumbrado a que yo te acompañe, que pasee junto a ti, huela, me distraiga, desaparezca un poco y vuelva a aparecer detrás de ti cuando tu estás buscándome delante… Entonces sabrás de verdad lo que supone mi compañía, la compañía de un perro que nunca protesta, que apenas pide nada, que a todo se acomoda, que si sale, está alegre y si se tiene que quedar en casa, lo acepta sin un mal gesto. Para hacerse ‘necesario’, no se necesita decir una sola palabra, basta la naturalidad y la espontaneidad de los hechos.

Y hechas estas consideraciones que expreso para que aprecies lo que ahora tienes, lo que tenemos, creo que va siendo hora de que apagues la luz. Mira el reloj, son las dos menos cuarto de la madrugada. Esa luz empieza a molestarme y tú y yo podemos dormir juntos, respetando nuestros respectivos sueños. Yo el tuyo, y tú el mío.

Así que: “hasta mañana, descansa”
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CODA: Ah, por cierto. Ayer, con el sueño, me olvidé de decirte lo que realmente quería transmitirte: no esperes a que yo no esté ya a tu lado para darte cuenta y disfrutar de lo que 'ahora', en cada momento, significo. Disfrútalo, las añoranzas tardías te servirán de muy poco. Los humanos soléis apreciar las cosas cuando no disponéis de ellas , entonces es cuando las echáis de menos