La voz que grita en el desierto

"HERIDAS Y BÁLSAMOS. SAHARUIS:ESPÍRITU DE RESISTENCIA"


Aún vivimos en las esquinas
de la nada
entre el norte y el sur de las estaciones.
Seguimos durmiendo
abrazando almohadas de piedra
como nuestros padres.
Perseguimos las mismas nubes
y reposamos bajo la sombra de las acacias desnudas.
Nos bebemos el té a sorbos de fuego
caminamos descalzos para no espantar el silencio.

Mohamed Salem Abdelfatah, Ebnu




Sucedió ayer. El salón de actos del Ateneo de Santander rebosaba, rebasaba su aforo. Un público variado compuesto de asiduos de la entidad cultural, socios y simpatizantes de la asociación Cantabria por el Sahara, amigos y compañeros del autor del libro que ayer se presentaba en sociedad: “Bálsamos y heridas. Saharuis: espíritu de resistencia”. También se hallaban en la sala, además de miembros del Ateneo , el representante del Frente Polisario y algunos saharuis.

Todo había sido preparado con el gusto, la minuciosidad y el esmero que Fernando, el autor del libro, reserva para todo aquello a lo que se entrega. Escenario, música, iluminación, imágenes, recitado de poemas, las diferentes intervenciones. Marcado el ritmo que tiene que tener toda ‘mise en scène’.

Mientras el público entraba en la sala e iba instalándose en sus asientos, en la pantalla aparecían imágenes evocadoras de niños, mujeres, jaimas, paisajes y pasajes de la vida en los campamentos. Esperanzas, deseos, resistencia, hospitalidad , “Atrapados en Tinduf, como bien ha retratado en otro libro sobre este pueblo, Eduardo Jordán, presentador del libro. Una glosa sentida y cercana, un repaso amigo de las distintas partes que conforman el libro: I.-Unos síntomas (‘la injusticia que se siente’). II.- Bálsamos y heridas (‘pisar la herida sin herirla’). III. Una larga espera (‘hombres y mujeres pacientes que siguen cociendo una piedra hasta poder beber su caldo’).

Desde el atril de aquel escenario desnudo, se oían otras voces, vibrantes, más pausadas, reivindicativas, serenamente anhelantes. Y entre intervención e intervención, Luisa Bahillo arrancaba a las cuerdas del violín el más doloroso y dulce de sus quejidos, y la voz de Lalti Said Bechri subrayaba con su distinta articulación el más sentido dolor de los poemas: “Un beso, / solamente un beso / separa la boca de África / de los labios de Europa.”( Liman Boicha).

El acto transcurrió en un recordatorio de una cobarde traición, de una insoportable injusticia, del más cínico de los olvidos. De las voces de los intervinientes, de las que surgirían en el breve coloquio, de las entrañas del libro, del corazón de los asistentes brotaba una unánime emoción que respondía al clamor de un pueblo que grita hasta llenar de ecos el desierto, todos los desiertos: “Sólo deseamos que no nos olvidéis, mientras seguimos alimentando el sueño de volver un día a nuestra casa”.
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" Heridas y bálsamos.- Saharuis: espíritu de resistenciA ". Fernando Llorente


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Una vez más, gracias, Julio. Por el antes, por el mientras y por el después.
Anónimo ha dicho que…
El de antes era yo, perdón.
Anónimo ha dicho que…
Hola, Fernando

Ya había deducido que eras tú el del 'anonimato'.

Eras el único que podía conocer nuestros 'antes, mientras y después'.

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