De churras y merinas

PANEM ET CIRCENSES

Hay días que hay tantos ‘eventos consuetudinarios’ que llaman la atención del Náufrago que no sabe a cuál tiene que atender su desenfreno escritural. En esos casos, el resultado es fatal, porque lo que se logra es decir ‘nada’ sobre ‘todo’.

Si echa mano de este prólogo es porque leyendo los papeles u oyendo las radios matutinas, uno no sabe a qué atender, si a los precios desorbitados que puede costar el asistir a un partido de fútbol (Racing-Real Madrid),140 euros del ala, y sólo quedan en taquilla 170 entradas o, en la misma onda, enterarse de que los 60 participantes en preguntar al ‘sabio de Hortaleza’ y otras hortalizas, permanecen enclaustrados - los más madrugadores aterrizaron en el lujoso hotel madrileño el fin de semana - gratis total… o ponerse a leer la novela de Luce Mauriac , hija del premio Nobel francés, que a los 89 años sale de sus “ Endurmeuses saisons” ( Estaciones adormecidas). Tan adormecidas y sofocadas como la lucha interior del autor de la atormentada “Thérèse Desqueyroux” o “Nid de vipères”, torturado por sus inconfesados deseos homosexuales.

En su cabeza hay otros mil ‘toques’ llamando a la puerta de su atención. Así que decide seguir el camino más fácil. Dejarse llevar por la cordial antipatía que siente por ese personaje que hoy, a las 22:00 horas convocará a millones de espectadores ante los televisores. El Náufrago no asistirá al espectáculo, pero está seguro que disfrutaría viéndolo saltar a la arena del circo romano y contemplar cómo el gladiador, Luis Aragonés, se defiende de las sesenta bocas que desearán ‘morder’, si pueden, a este personaje, admirado quizá por algunos, y cordialmente ‘odiado’, en el sentido menos odioso de la palabra, por muchos otros. Desde luego se requiere valor, no hacer ascos al dinero, o ganas de satisfacer su ego y demostrar que le va la marcha del insulto y la descalificación, para saltar al ruedo y sentir rozar la taleguilla el ‘ris rás’ de los cuernos interrogativos.

No cree el Náufrago que el objetivo del programa sea que los videntes o asistentes al debate, escuchen y aprenda alguna sabia lección del 'sabio' interrogado, ni siquiera las ‘pasiones’ que pueda suscitar la Selección española. Más bien tiene toda la pinta de querer dar a la plebe (‘clase social que carecía de los privilegios de los patricios’) la ración de ‘pan y circo’ correspondiente, y de paso aparecer a la cabeza del share, porción de la tarta, o como se llame eso de acaparar audiencia a cualquier precio.

De todas formas, el Náufrago le desea toda la suerte al gladiador. Está seguro de que tratará de no mezclar 'churras con merinas' y sabrá soltar frases tan poéticas como ésta: “¡Me van a dar a mí un ramo de flores, que no me cabe por el culo ni el pelo de una gamba...!".

¡Suerte, ‘sabio’!




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