Defensores de causas ‘perdidas’.

HERIDAS Y BÁLSAMOS: LA RESISTENCIA SAHARAUI


A veces uno se pregunta por qué hay todavía gente que se apunta a ‘causas perdidas’, a sabiendas de que aquello a lo que apoya, defiende o simplemente acompaña, será arrollado por el poder del más fuerte, del que tiene el poder de la imposición y el apoyo de otros poderes aún más poderosos. ¿Será la fuerza que proporciona hacer aquello en lo que uno cree? ¿Será el simple, pero reconfortante hecho, de estar al lado de hombres y mujeres que no tienen más riqueza que su valor como personas? ¿Será que la ‘verdad’ que desprende el desamparo llama a la puerta de los valores que aún, todavía, uno alimenta?

Confieso que no lo sé. Los hombres que albergamos tantas dudas, hasta dudar de nosotros mismos, del porqué de lo que hacemos, no tenemos la respuesta exacta, en el caso de que las respuestas ‘exactas’ existan.

Y a pesar de nuestras dudas, sí podemos estar al lado, respetar, acompañar en silencio a todos aquellos ‘derrotados’ victoriosos que tratan acercarse, aunque sólo sea un poco, a los destinados a perder, ganándose.

Todo este prólogo entre dudas y esperanzas es para hacer un sitio aquí, en esta isla, a aquellos que pasan meses de sus años, horas de sus días, para acudir al lado de aquellos a los que los ‘Importantes’ tratan de tapar tras la sombra del silencio. Que no se oiga su voz, la voz de sus derechos.

Aquellos que luego escribirán un libro dando fe de que esas personas existen, que un día fueron un poco de los ‘nuestros’, y a los que todos los Jefes de Gobierno que han gobernado en España durante más de treinta años, les han dado la espalda, o engañado con falsas promesas. Había que estar al lado del más ‘fuerte’, para que no se enfadara demasiado.

Por eso al recibir esta tarjeta que me ha enviado una persona que quizá prefiera que no ponga aquí su nombre, queda constancia de que hay todavía alguien que da fe de las ‘Heridas’ para las que trata de encontrar algunos ‘Bálsamos’. Y desde esta isla alguien sigue pensando cuántas ‘causas perdidas’ hay que sólo tienen la ‘ganancia’ de ser quien son, aunque sean otros los que se declaren ‘vencedores’.

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