Crónica dominguera
ABRUMADO POR TANTO PAPEL.
Son la diez de la mañana. Douce corretea de un lado a otro del pasillo, indicando con sus brincos que es la hora del paseo. El Náufrago no tiene más remedio que responder a tal inquietud. Le coloca su arnés, coge la correa y baja a la calle. Mientras Douce olisquea todo lo ‘olible’, va acercándose al quiosco para proveerse de la prensa dominical.
Llegan a casa, despoja a periódicos y suplementos de su envoltura de celofán, tratando de convertirla en una bola que no se recomponga y pueda tener cabida en una exigua papelera. Por simple curiosidad, se detiene a contar las páginas de periódicos, suplementos, magacines o como demonios se llamen. Previamente despoja a los periódicos de las páginas ‘salmón’ que nunca lee. Son exactamente 352 páginas de ‘lectura’ sin contar, las 384 del libro que hoy acompaña a uno de los periódicos: “Trafalgar. La corte de Carlos IV”, primera serie de los Episodios nacionales.
Echa un vistazo general para ver aquello que pudiera interesarle o deba saltarse, más tarde. Abre el periódico nacional y lo primero que ve es un ‘Aguirre vs. Rajoy’: “Rajoy echa ‘barones’ fuera” / “No quiere, ni puede” (perplejidad) y sigue leyendo: “El síndrome Poulidor”, en plan Carta del Director, de lo cual deduce que la metáfora irá de eternos segundones. Salta el editorial y se topa con Antonio Gala que desde su ‘tronera’ lanza dardos envenenados contra cardenales muy ‘primados’. También se lo saltará porque de un tiempo a esta parte, el melifluo cordobés parece obsesionado con Iglesia, papas, obispos y cardenales incluidos en nómina. En la página de al lado, Martín Prieto hace una reseña sobre el epistolario entre el Rey y el Príncipe, cartas que padre e hijo se cruzaron entre Lakefiel y Zarzuela (anota, ‘legible’).
A vuelta de página, don Anson escribe sus cartas de ‘amor’ y académicas recomendaciones a Zapatero, Gallardón y loas a Mercedes Gómez-Pablos, pintora adorada por Umbral. Se salta páginas y páginas con fotos, caricaturas, gráficos, mapas y ‘currícula’ ministeriales. Nada menos que dieciséis páginas, más las dedicadas a Rajoy, Ibarretxe, Urkullu y sus secuaces… (Perfectamente ‘prescindibles’). Se detiene un momento en observar una foto borrosa de un Julián Muñoz ocultando su mirada tras unas enormes gafas de sol que montó en su nariz al salir de la sombra para pasar tres días de asueto en su “Mi gitana”. Después viene Italia, ‘Il Cavallieri’ y las dedicadas al ‘mundo’ (pasa). Atraviesa los campos y las pistas del deporte y observa que don Javier Clemente sigue piando y dando lecciones mientras no se come una rosca (detestable)
Va acercándose al final: la Cultura. Hoy toca lección de Historia de nuestro sobresaltado siglo XIX (quizá valga la pena). Y el título de una novela “Naturaleza infiel”, la autora Cristina Grande cuenta la historia de su generación: “Todos los que nacimos en los 60 veníamos de una cultura del miedo, la culpa y del pecado que nos ha costado superar…”, escribe. (¡Criaturita! Quizá nadie le habrá contado de qué paraísos venían las generaciones precedentes. Así que mejor dejarlo) Más Cultura: ‘Festival de cine de Málaga, biznagas de oro y plata. ‘II Premio Valle-Inclán. Machi, Ana Belén, Blanca Portillo, Echanove, José Luis Gómez, Sastre… Y la feria de Sevilla pasada por agua, los ‘torrestrellas’, Manuel Díaz y el Fandi y ‘sus carreras en banderillas’.
Podía hablar el Náufrago de otros periódicos y sus asuntos locales, de sus suplementos… pero ya se le hace largo este comentario sobre lo que gustaría o no leer. Necesitaría días de al menos 48 horas, porque tendría que hablar de Bibiana Fernández y sus lapidarias frases sobre el amor y otros encarcelamientos: “En el amor ya no quiero ser cárcel, sino puerto” (admirable) o del Padre Gabrielle, 82 años, exorcista diplomado, 70.000 exorcismos a sus espaldas. Sabe de buena tinta que “El diablo tiene debilidad por los poderosos”, al tiempo que confiesa que “los psiquiatras le envían los casos que consideran incurables” y añade “no hay rivalidad alguna entre nosotros”. Se salta las frases de Madonna, la Corte del Dalai Dama, las recetas de Bernabé Tierno, eterno vendedor de felicidades en varios tomos, apoyado en “Los pilares de la felicidad”.
El Náufrago ha tomado nota y, acompañado por Douce, sale y bordea la ruta que circunvala el mar. Necesitaba liberarse de tanta información, tanto consejo, tanta entrevista, tanta opinión, tanta metáfora.
Son la diez de la mañana. Douce corretea de un lado a otro del pasillo, indicando con sus brincos que es la hora del paseo. El Náufrago no tiene más remedio que responder a tal inquietud. Le coloca su arnés, coge la correa y baja a la calle. Mientras Douce olisquea todo lo ‘olible’, va acercándose al quiosco para proveerse de la prensa dominical.Llegan a casa, despoja a periódicos y suplementos de su envoltura de celofán, tratando de convertirla en una bola que no se recomponga y pueda tener cabida en una exigua papelera. Por simple curiosidad, se detiene a contar las páginas de periódicos, suplementos, magacines o como demonios se llamen. Previamente despoja a los periódicos de las páginas ‘salmón’ que nunca lee. Son exactamente 352 páginas de ‘lectura’ sin contar, las 384 del libro que hoy acompaña a uno de los periódicos: “Trafalgar. La corte de Carlos IV”, primera serie de los Episodios nacionales.
Echa un vistazo general para ver aquello que pudiera interesarle o deba saltarse, más tarde. Abre el periódico nacional y lo primero que ve es un ‘Aguirre vs. Rajoy’: “Rajoy echa ‘barones’ fuera” / “No quiere, ni puede” (perplejidad) y sigue leyendo: “El síndrome Poulidor”, en plan Carta del Director, de lo cual deduce que la metáfora irá de eternos segundones. Salta el editorial y se topa con Antonio Gala que desde su ‘tronera’ lanza dardos envenenados contra cardenales muy ‘primados’. También se lo saltará porque de un tiempo a esta parte, el melifluo cordobés parece obsesionado con Iglesia, papas, obispos y cardenales incluidos en nómina. En la página de al lado, Martín Prieto hace una reseña sobre el epistolario entre el Rey y el Príncipe, cartas que padre e hijo se cruzaron entre Lakefiel y Zarzuela (anota, ‘legible’).
A vuelta de página, don Anson escribe sus cartas de ‘amor’ y académicas recomendaciones a Zapatero, Gallardón y loas a Mercedes Gómez-Pablos, pintora adorada por Umbral. Se salta páginas y páginas con fotos, caricaturas, gráficos, mapas y ‘currícula’ ministeriales. Nada menos que dieciséis páginas, más las dedicadas a Rajoy, Ibarretxe, Urkullu y sus secuaces… (Perfectamente ‘prescindibles’). Se detiene un momento en observar una foto borrosa de un Julián Muñoz ocultando su mirada tras unas enormes gafas de sol que montó en su nariz al salir de la sombra para pasar tres días de asueto en su “Mi gitana”. Después viene Italia, ‘Il Cavallieri’ y las dedicadas al ‘mundo’ (pasa). Atraviesa los campos y las pistas del deporte y observa que don Javier Clemente sigue piando y dando lecciones mientras no se come una rosca (detestable)
Va acercándose al final: la Cultura. Hoy toca lección de Historia de nuestro sobresaltado siglo XIX (quizá valga la pena). Y el título de una novela “Naturaleza infiel”, la autora Cristina Grande cuenta la historia de su generación: “Todos los que nacimos en los 60 veníamos de una cultura del miedo, la culpa y del pecado que nos ha costado superar…”, escribe. (¡Criaturita! Quizá nadie le habrá contado de qué paraísos venían las generaciones precedentes. Así que mejor dejarlo) Más Cultura: ‘Festival de cine de Málaga, biznagas de oro y plata. ‘II Premio Valle-Inclán. Machi, Ana Belén, Blanca Portillo, Echanove, José Luis Gómez, Sastre… Y la feria de Sevilla pasada por agua, los ‘torrestrellas’, Manuel Díaz y el Fandi y ‘sus carreras en banderillas’.
Podía hablar el Náufrago de otros periódicos y sus asuntos locales, de sus suplementos… pero ya se le hace largo este comentario sobre lo que gustaría o no leer. Necesitaría días de al menos 48 horas, porque tendría que hablar de Bibiana Fernández y sus lapidarias frases sobre el amor y otros encarcelamientos: “En el amor ya no quiero ser cárcel, sino puerto” (admirable) o del Padre Gabrielle, 82 años, exorcista diplomado, 70.000 exorcismos a sus espaldas. Sabe de buena tinta que “El diablo tiene debilidad por los poderosos”, al tiempo que confiesa que “los psiquiatras le envían los casos que consideran incurables” y añade “no hay rivalidad alguna entre nosotros”. Se salta las frases de Madonna, la Corte del Dalai Dama, las recetas de Bernabé Tierno, eterno vendedor de felicidades en varios tomos, apoyado en “Los pilares de la felicidad”.
El Náufrago ha tomado nota y, acompañado por Douce, sale y bordea la ruta que circunvala el mar. Necesitaba liberarse de tanta información, tanto consejo, tanta entrevista, tanta opinión, tanta metáfora.
PASEO MATUTINO
Comentarios
Y a cincuenta metros, toda una ronda que bordea el mar y conduce hasta el faro.
Nos gustan tus visitas. De vez en cuando me acuerdo de los que seguís en el tajo.
Saludos cariñosos