Repaso del reposo

- Douce, ¿duermes?

- ¿Pero no ves que estoy en mi siesta?

- Sí, ya lo veo, pero como tenías los ojos entreabiertos...

- Estaba simplemente descansando. Me gusta estar así, sencillamente descansando. No como tú, culo inquieto, que no te puedes quedar un rato quieto. En lugar de estar viviendo simplemente el momento que es de lo que de verdad dispones, vas para adelante , para atrás, con tus pensamientos. Total, que te olvidas de lo único que te pertenece: el momento, el ahora.

- Pues para estar descansando, filosofas.

- Yo nunca 'filosofo', vivo ¿Te enteras?

- Sí, creo que me entero, pero a medias. Por eso me gusta mirarte, porque me das lecciones de vida.

- Ah ¿sí?

- Sí, me das paz, me tranquilizas.

- Pues me alegro. No sabía que tenía esos poderes.

- Los tienes, aunque no te des cuenta. Mira lo que escribí la otra mañana cuando al levantarme, te ví que estabas como ahora:

  • REPASO DEL REPOSO
Te mira mi amanecer
aún poblado por la angustia de los sueños
y me das paz.
Te veo tan tú. Tranquila,
confiada.
Nada en ti supone una amenaza,
no me castigas con rencores,
no veo ni un sólo reproche
en tu mirada.

Sigues, sin prisa, el ritmo de las horas,
de la vida.
Disponible, serena, acogedora,
nada en ti que pueda hacerme daño,
nada que temer para entregarme
en la seguridad solemne
de tu muda palabra.

Ni siquiera me pides
que te mire. Estás ahí,
tranquila, reposada, disponible.
Quizá ahí reside toda la fuerza
de tu debilidad a mí entregada.

Mi cariño brota natural
porque nada puedo temer de ti.
Sólo, en tu espontáneo lenguaje
me dirás, algo más tarde:
- “Vamos, llévame un ratito
a saludar a la hierba
y a las flores.
Llévame hasta el camino verde
que conduce a mis olores."

No hay en ti ni un solo gesto
que rechace. Te siento toda mía,
como toda eres de todos los que te quieren.
Sólo a los que te dan miedo
Les dices en tu idioma:
- “No me gustas, vete, me das miedo.
Me siento amenazada”.
- Pues me has dejado impresionada, supongo que cuando me pongo nerviosa, porque intuyo que me vas a sacar de paseo, no produzco esa sensación, ¿no?

- Ese es otro capítulo, que sólo dura unos minutos, de carreras y brincos y poner las alfombras hechas un gurruño. Enseguida encuentras eso tan cursi que llamas " el camino verde que conduce a mis olores."

Comentarios

Entradas populares