Cuando el Náufrago se mete donde no lo llaman

THELMA & LAETIZIA

Pues sí, muy falto debe de estar el Náufrago de ideas cuando tiene que descender o rozar al menos, ese mundo turbio, mezquino y fangoso que llaman 'rosa', por no llamarlo directamente por su nombre: ‘caca’.

Si se mete en camisas de once varas, medida demasiado holgada para sus mínimos conocimientos del asunto, es porque ha leído una ‘columna’ firmada por Carmen Rigalt dedicada a Telma. Nada que ver con Geena Davis y Susan Sarandon, esta Telma se apellida Ortiz y tiene la desafortunada suerte de ser hermana de princesa, razón poderosísima parece para que periodistas, paparazzi y rebuscadores de ‘basura’, la apunten con sus cámaras o la destripen con sus plumas.

Normalmente el Náufrago suele estar de acuerdo con lo que expresa la Rigalt en sus artículos y crónicas, aunque reconoce que no le interesa demasiado cuando hace sus chismorreos alto standing, ya sea en la Corte, en Mallorca o en Marbella. El jueves en su ZOOM, titulado “Telma”, a secas, daba su opinión sobre la iniciativa de la cooperante y hermana de una princesa que se apellida también Ortiz que según la periodista ‘ha armado un carajal mediático considerable’, al solicitar al juez “medidas cautelares con objeto de que se impida captar, publicar, distribuir, difundir, emitir o reproducir imágenes de ella y de su pareja, excepción hecha de las que sean tomadas en actos oficiales o protocolarios. La niña quedaría a salvo de las medidas”

El Náufrago que no sabe nada de leyes, y que respeta la tan traída y llevada ‘libertad de expresión’, no encuentra tantos problemas como los que ve la articulista entre el 'respeto a la vida privada' y el 'derecho a la información'. Encuentra razonable, sensata y hasta necesaria, la instancia al juez, si reclama preservar el derecho a hacer su vida sin tener que huir de los cuervos de la cámara y los obsesos por hurgar intimidades o privacidades.

Siendo la cosa tan sencilla y dadas las circunstancias que todos conocemos el inquilino de la isla, que tanto aprecia que respeten su vida como él hace con la de los demás, sigue sin entender este párrafo de su crónica: “Entiendo que Telma Ortiz desee vivir escondida en una madriguera. Como al resto de los mortales, a la hermana de la Princesa de Asturias le asiste el derecho a la intimidad, aunque su estrategia no ha sido el modo más eficaz de reivindicar ese derecho.”

Querida Carmen, ¿ Qué tenía que hacer? ¿seguir aguantando a los moscardones que con tal de encontrar una ‘exclusiva’, un ‘scoop’ o como coño lo llaméis los del oficio, hayan metido sus infectas narices en sus intimidades por el único ' interés informativo’ de que su padres la trajeran al mundo algunos meses más tarde que su hermana que resultó ser Princesa?.

No sólo los buitres de la cámara, las sanguijuelas que se otorgan a sí mismas el título de ‘periodistas de investigación’, hasta los cada día más odiosos e infieles Loyalrocks que se adornan con ‘armiños’ reales, aprovechan para pontificar y dar lecciones de las más plebeyas declaraciones: "Que 'una de ellas' apareciera en el acto de presentación de un libro con un vaquero con dos coronas en el culo...¡Mire usted, no se los ponga¡". ¿Y quién es él para decir a una de ellas la ropa que tiene que ponerse?

En fin, el Náufrago tratará de no acercarse más veces a estas aguas cenagosas que apestan.