Scriptoterapia, grafoterapia
ESTRES POLITICO-MEDIATICO
Sabido es que nuestro sistema social ‘desarrollado’ y tan complicado por las malas artes de unos y otros, más las torpezas propias, da como fruto algunos de los males más extendidos de este siglo: ataques de ansiedad, fobias sociales o individuales, obsesiones, depresiones y otros ‘ones’ de los que pocos se libran, si no son los idiotas o los muy templados.
En El País Semanal EP[S], Juan Cueto escribe un artículo, brillante como todos los suyos, sobre la ‘Terapia-italiana” contra el estrés (PEB), producto estrés bruto lo llama, que producen en las dos penínsulas mediterráneas la ‘estresante histeria político-mediática’. Como hábil escritor y polemista , lo señala como un referente externo, ajeno, como si ni él, ni el aparato mediático del que come, no tuvieran parte en ese estrés que todos padecemos . Un clima de tensión creado en hábil combinación por los agentes políticos y mediáticos en una más o menos consentido acuerdo/desacuerdo.
ANGUSTIA (ANGOSTURA)
Pero hoy quiero insistir más en esa angustia o (angostura) en que el ciudadano normal se ve atrapado por distintas causas: problemas laborales, personales, relacionales, familiares , económicos u otros. Para hablar de las posibles terapias de las que podemos echar mano cita la de Salvador Pániker, el filósofo, ingeniero, escritor, que en semanas anteriores había escrito también en el mismo periódico un artículo sobre su crisis de ansiedad y aprensión y cómo la había combatido a través del catalizador de la curiosidad intelectual.El ensayista catalano-hindú se refería sobre todo a ese trastorno que les ocurre a muchas personas ‘cuando se les mete una sola idea en la cabeza y no pueden sacudírsela”. Es como si una idea única y expansiva fuera ocupando el campo de la conciencia hasta dejar en la periferia a todos los demás pensamientos. Una idea que se convierte en aprensión , una especie de ratonera de la que es difícil escapar y sólo crea angustia e inoperancia.
AUTOTERAPIA
Él, que conoce muy bien la filosofía oriental se ‘aplicó’ la Posición del testigo (saskin) en sánscrito, que consiste en tomar distancia de nosotros mismos y del problema, como viéndolo de lejos. Tratar de salir de uno mismo, alejarse del pensamiento que pretende atraparnos, pero sin ni siquiera empeñarnos en que tenemos que lograrlo, para no aumentar la ansiedad. Procurar prestar atención a los mil detalles que la vida nos presenta y que nuestra obsesión no nos deja observar. La tarea puede no ser fácil, vaciarnos de nosotros mismos no lo es. Pero nada conseguimos si seguimos ‘ensimismados’.
Para él esta auterapia cognitiva, ampliar el campo de referencia al que la obsesión tiende a recluirnos, ir ensanchando el campo de nuestros intereses , prestar atención a cualquier detalle por nimio que parezca, es fundamental. Los animales son unos perfectos terapeutas en este sentido viven cada momento, están atentos a lo que su instinto y su necesidades elementales le piden: descansar, oler, rascarse, responder a una agresión, demandar una caricia... Pániker habla de ‘curiosidad intelectual’, pero también puede ser curiosidad creativa: dibujar, escribir, salir de sí mismo tomándose a broma, saberse ridículo preocupándose por cosas que sólo ‘existen’ en la cabeza.
¿NO TE ENCUENTRAS RIDÍCULO?
Juan Cueto en su artículo menciona la ‘terapia Manuel Vicent’, la que él mismo se aplica: diván freudiano, pagar factura, contarlo en un libro, y dar conferencias sobre lo escrito... Es también un poco la ‘humoroterapia’ que es otra manera de ser ‘testigo’ , mirón, burlador de nuestras propias tonterías. Burlarse de lo tonto que podemos llegar a ser no es mal remedio.
Sabido es que nuestro sistema social ‘desarrollado’ y tan complicado por las malas artes de unos y otros, más las torpezas propias, da como fruto algunos de los males más extendidos de este siglo: ataques de ansiedad, fobias sociales o individuales, obsesiones, depresiones y otros ‘ones’ de los que pocos se libran, si no son los idiotas o los muy templados.En El País Semanal EP[S], Juan Cueto escribe un artículo, brillante como todos los suyos, sobre la ‘Terapia-italiana” contra el estrés (PEB), producto estrés bruto lo llama, que producen en las dos penínsulas mediterráneas la ‘estresante histeria político-mediática’. Como hábil escritor y polemista , lo señala como un referente externo, ajeno, como si ni él, ni el aparato mediático del que come, no tuvieran parte en ese estrés que todos padecemos . Un clima de tensión creado en hábil combinación por los agentes políticos y mediáticos en una más o menos consentido acuerdo/desacuerdo.
ANGUSTIA (ANGOSTURA)
Pero hoy quiero insistir más en esa angustia o (angostura) en que el ciudadano normal se ve atrapado por distintas causas: problemas laborales, personales, relacionales, familiares , económicos u otros. Para hablar de las posibles terapias de las que podemos echar mano cita la de Salvador Pániker, el filósofo, ingeniero, escritor, que en semanas anteriores había escrito también en el mismo periódico un artículo sobre su crisis de ansiedad y aprensión y cómo la había combatido a través del catalizador de la curiosidad intelectual.El ensayista catalano-hindú se refería sobre todo a ese trastorno que les ocurre a muchas personas ‘cuando se les mete una sola idea en la cabeza y no pueden sacudírsela”. Es como si una idea única y expansiva fuera ocupando el campo de la conciencia hasta dejar en la periferia a todos los demás pensamientos. Una idea que se convierte en aprensión , una especie de ratonera de la que es difícil escapar y sólo crea angustia e inoperancia.
AUTOTERAPIA
Él, que conoce muy bien la filosofía oriental se ‘aplicó’ la Posición del testigo (saskin) en sánscrito, que consiste en tomar distancia de nosotros mismos y del problema, como viéndolo de lejos. Tratar de salir de uno mismo, alejarse del pensamiento que pretende atraparnos, pero sin ni siquiera empeñarnos en que tenemos que lograrlo, para no aumentar la ansiedad. Procurar prestar atención a los mil detalles que la vida nos presenta y que nuestra obsesión no nos deja observar. La tarea puede no ser fácil, vaciarnos de nosotros mismos no lo es. Pero nada conseguimos si seguimos ‘ensimismados’.
Para él esta auterapia cognitiva, ampliar el campo de referencia al que la obsesión tiende a recluirnos, ir ensanchando el campo de nuestros intereses , prestar atención a cualquier detalle por nimio que parezca, es fundamental. Los animales son unos perfectos terapeutas en este sentido viven cada momento, están atentos a lo que su instinto y su necesidades elementales le piden: descansar, oler, rascarse, responder a una agresión, demandar una caricia... Pániker habla de ‘curiosidad intelectual’, pero también puede ser curiosidad creativa: dibujar, escribir, salir de sí mismo tomándose a broma, saberse ridículo preocupándose por cosas que sólo ‘existen’ en la cabeza.
¿NO TE ENCUENTRAS RIDÍCULO?
Juan Cueto en su artículo menciona la ‘terapia Manuel Vicent’, la que él mismo se aplica: diván freudiano, pagar factura, contarlo en un libro, y dar conferencias sobre lo escrito... Es también un poco la ‘humoroterapia’ que es otra manera de ser ‘testigo’ , mirón, burlador de nuestras propias tonterías. Burlarse de lo tonto que podemos llegar a ser no es mal remedio.
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