El mensaje de un amigo

A medida que uno se va adentrando en eso de las edades del hombre , con minúsculas, aprende a valorar que la vida está hecha a veces de pequeños/grandes detalles. Cada vez se va dando uno más cuenta que no son necesarias grandes cosas, para que se reconforte el ánima y se ilumine un día que se despierta gris, sin que las nubes hayan logrado todavía desperezarse. Y eso que un día gris, en pleno verano, cuando a otros les ahoga el calor , también es cosa de agradecer al cielo.

Lo digo porque esta mañana después de despertado, duchado, desayunado y demás 'ados', abrí el correo y encontré 10 líneas enviadas por un amigo, que no sé muy bien si está en el retiro de sus montañas o ha bajado a la ciudad con cualquier motivo cultural.Sea cual fuere el sitio desde donde escribe, es el detalle de un recuerdo en plena vacación, en que parece un tiempo para las vivencias personales y por ende los temporales 'olvidos' pasan a ser como un telón de fondo.

Ese detalle del recuerdo, la referencia a la lectura de algo escrito sobre otra persona amiga, alusiones jocosas a fonéticas y desgastes auditivos, y otros guiños a supuestas frustraciones, han hecho que ese recuerdo y esa 'atención' rompieran el gris de una mañana que ha amanecido tenue y poco a poco se va abriendo en claros y soles.

¡Necesita tan poco el ánimo para 'animarse'! Y uno lo agradece

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