Filosofía zen, la paz del piano.

Al volver de la playa, un simple baño en una cala sin apenas gente, lo suficiente para tener lo que necesito para disfrutar de esta mañana de verano, echo una ojeada al periódico como de costumbre. No sé si este hábito es bueno o malo, estoy a su merced, ellos son los dueños de escoger y ofrecerme la imagen del mundo que les interesa. Es pues una visión parcial y de acuerdo con lo que ellos creen que conviene dar de comer a ‘sus’ clientes. Me imagino que los sociólogos o los ‘comunicólogos’ –que palabro más horrible – les han mostrado más o menos el ‘perfil’ de su lector, por otra parte conocen bien los ‘intereses’ del capital que mantiene al periódico. Sé pues más o menos cuáles son los límites de su ‘objetividad’ y su pluralismo.

Hecha la primera lectura de los asuntos que me interesan, hago un recuento global y me encuentro: de las 80 páginas que lo componen, 22 están dedicadas al ‘Deporte’; 8 a la ‘Feria Taurina; las demás se reparten en ‘Verano Vivo’, asuntos locales y regionales, cursos de verano, acontecimientos culturales y ¡ 2 páginas a la guerra del Líbano!. Está claro cuáles son ‘nuestros/sus’ intereses, las cosas que tratamos de alejar de nosotros para que no nos amarguen el verano. Esa guerra que no es más absurda que cualquier otra guerra, la que nos divide sin conocer a fondo sus raíces en buenos y malos, que es la manera que tenemos de simplificar las cosas y que yo no sé explicar, por más que he leído la prensa española y también la extranjera. Y de la que me ha llamado la atención una foto. La he escogido adrede, podría haber escogido los centenares , los miles de fotos que nos muestran las consecuencias del desastre, cruel, ciego, inexplicable.

De todos los artículos del periódico he querido retener esa imagen precisamente , lo mismo que he leído atentamente una entrevista con Francisco Dokusho Villalba, Maestro budista zen. Explica una filosofía, una visión de la vida , vieja y nueva de más de 2000 años. Buscar la calma mental, poner orden en nuestra mente que a veces es una jaula de grillos, de ansias, deseos, frustraciones ante todo ese mundo que se nos presenta a través de los medios y que hacen que deseemos cientos de cosas que no necesitamos. Aprender que la fuente de nuestras frustraciones son los deseos que nos crean o nosotros mismos nos creamos. No consiste en tener , sino vivir con las pocas cosas esenciales que necesitamos.

Si he escogido esta imagen y no otras, es por el significado que encierra : alguien que tiene su casa destrozada - seguro que hay otras que han sido definitivamente dañadas y sus dueños desaparecidos, pero hoy me centro en ésta – un señor, poco importa su nacionalidad, es capaz de tocar el piano para tratar de silenciar inútilmente el ruido de las bombas, alimentarse de lo único y más importante que tiene en este momento, su música. ¿Es acaso la única manera que le queda para tratar de poner un poco de orden en el Caos?