Fuerza y tensión interior. Víctor OCHOA

Serían las cuatro de la tarde cuando llegué a la Plaza Mayor de Salamanca. Apenas había gente por las calles porque una lluvia densa de calor golpeaba el asfalto y las baldosas de la plaza. Sólo unos pocos atrevidos, hacían frente al calor refugiándose en las terrazas protegidas por la sombra. Una mole, indefinida desde lo lejos, atrajo mi atención y según me fui acercando se fue perfilando la imagen de un hombre replegado sobre sí mismo, sujetando sus piernas con ambos brazos. Poco experto en arte, pensé al principio que se trataba de una escultura de Rodin, porque evocaba su “Pensador”. Parecida fuerza contenida, igual tensión en su musculatura, la intensidad de esa tensión interior que produce la soledad, la incertidumbre y la angustia. Me acerqué un poco más , mientras algunos niños se subían al regazo de aquella inmensa mole de bronce, ajenos a las intenciones del artista. Leí: “Zulo”

Esa íntima angustia esa tensión interna era lo que quería expresar el autor de la escultura, Victor Ochoa. Mi ignorancia artística hacía que de nada me sonara la obra de este autor que por lo que supe más tarde tiene tras sus aún jóvenes espaldas decenas de Exposiciones en distintas partes del mundo: Miami, Madrid, Bilbao, Santander, Mónaco, Maastrich, Malcesine-Lago di Garda... Monumentos a Severo Ochoa, su abuelo, a Paquirri, , Camilo José Cela, Francesc Cambó, Alfredo Kraus, D. Juan de Borbón, Inundaciones del País Vasco...

Más tarde pude contemplar otras obras expuestas en el Patio de Escuelas. Eran obras con la misma fuerza , desbordamiento de energía y movimiento alusivos a temas mitológicos o alegóricos, con títulos tan sugerentes como “Desesperado”, “Rehén”, “Lujuria”, “Malcesine”, “ Selva Negra”, “Ninfa”, “Íncubo”. Aquellas atormentadas o voluptuosas figuras contrastaban con la serenidad renacentista del Patio que les servía de marco. Algunos bellos textos completaban lo expresado plásticamente: "es muy difícil progresar con una obra figurativa, manejando la carne, los sentimientos"en el mundo escultórico porque el "arte navega por tantos mares, que es muy complicado saber que tenemos en común los hombres".

“ Las ideas pueden ser imaginaciones, pero el hambre, el dolor, el miedo, la lujuria, jamás lo son”
“La lujuria
puede disolverse en agua negra
pero la congoja no”.

[Salamanca se ha convertido en improvisado museo para albergar estas obras del escultor madrileño Víctor Ochoa con motivo de la exposición 'Víctor Ochoa(1954), escultor-Jonás', compuesta por esculturas creadas entre los años 1982 y 2006.]

http://www.victorochoa.com/

Comentarios

Douce ha dicho que…
Marga,
En esta isla son bienvenidos todos los náufragos y con especial respeto aquellos que llegan huyendo del hambre , la desesperación y la miseria.

Ojalá su travesía les lleve a un horizonte de esperanza.

Un cariñoso saludo
Kleos ha dicho que…
Estaría muy interesada si tuviera una foto de "Desesperado" en la exposición de Salamanca. ¿Podría hacérmela llegar?

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