DOUCE: mi pelota

Buenas tardes, soy Douce. Perdonen que teclee bajito porque mi papá es una marmota y está durmiendo la siesta veraniega. Ahora que no se entera, voy a contarles lo que un amigo mío me ha dicho por teléfono.

No sé si sabrán que me tiene muy enfadada porque no me lleva a la playa. Dice que lo ha prohibido el Alcalde y no quiere que envíe a sus polis para que le pongan una multa si me ven correteando por la arena, o tranquilamente sentada en una roca.Pero mi amigo Naguy , que estaba esta mañana por allí, me ha contado con pelos y señales lo que él ha visto con sus propios ojos, muy avispados.

El muy mentiroso, me refiero a mi papá, me dijo al salir, que hoy era sábado y que habría mucha gente y que por eso debería quedarme en casa. Yo que soy muy crédula me fié de su palabra y me quedé esperando hasta que volviera y pudiéramos darnos una vueltecita por los alrededores . Eso es lo que yo creía y esperaba, pero mi amigo me ha dicho la verdad de lo ocurrido.

Resulta que esta ‘morning’ vio a mi papá en la playa ‘entreteniendo’ y haciendo carantoñas a otro perro o por mejor decir, perra, de nombre Lola según me ha dicho Naguy. El sinvergüenza de mi papá hasta dejó ‘mi’ pelota, con la que ‘yo’ juego en la playa a esa tal Lola, que la muy copiona no hace más que imitarme: cavó un hueco en la arena para esconder la pelota, como yo hago, un hoyo tan hondo la muy tonta que casi no se la veía, porque es más ‘birria’ que yo. Pero no paran ahí las cosas, según mi amigo que de esto sabe mucho, porque es un perro muy vivido (su padre era inglés y se piró para la Gran Bretaña después de haber dejado embarazada a mi mamá) mi papá se hacía el cariñoso con Lola – la perra – para ver si así ligaba con su dueña, una chica joven que estaba tomando el sol luciendo sus beldades.

A todo esto Lola seguía a su bola y no soltaba la pelota. Se acercaba y luego salía corriendo, igualito que yo, la copiona, a ver si se la quitaba. Pero, nada. Mi papá es muy torpe para esas cosas y la otra se lo pasaba pipa burlándose de él. Cuando ya tenía que irse, sin haber ligado que le está muy bien empleado, la dueña se dio cuenta de que su perra tenía una pelota en la boca y le preguntó

-“¿Lola, de quién es esa pelota? . Entonces mi papá muy sonriente dijo:

- “ Se la he dejado yo”

La dueña, que no sé cómo se llamaba, intentó quitársela , pero nada, la dichosa perra seguía emperrada en quedarse con ‘mi’ pelota. Entonces parece ser que la dueña dijo algo así - mi amigo estaba un poco lejos y no entendió bien- “ahora la llevo a bañarse, y soltará la pelota”. Fueron las dos hacia la playa, pero la Lola , que si quieres... no soltaba mi juguete. Según mi amigo que observaba todo, después de varios intentos consiguió quitársela y se la dio a mi papá. Él la recogió, sin haber ligado, y se tuvo que venir para casa.

No quiero hablar mal de él, porque es buena persona. No sé si se ha mirado bien y que ya no está para esas cosas. Yo le conozco bien y prefiero dejarle que se haga ilusiones , lo que ya no sé si le perdonaré es que deje ‘mis’ juguetes a cualquiera. Si quiere ligar que use otros métodos si se atreve. Y el próximo día , a ver qué excusa da para no llevarme a la playa. Les dejo, porque parece que se despierta y no quiero que vea que ando en su ordenador.

Ciao. DOUCE

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Mira, Douce, las cosas no siempre son como parecen. Tu amigo ha visto, ha oído y ha interpretado. Y seguro que se le ha escapado algún detalle.
Pero incluso si todo es como él te dice, no se lo tengas demasiado en cuenta a tu papi. ¡La vida es tan corta y tan impredecible!
Además, por lo que yo sé, tú también eres una ligona de cuidado, no se si con el mismo éxito que él, pero lo eres. Así que déjale que disfrute libremente de lo que encuentre por ahí.
Y los juguetes se pueden prestar, aunque sea a una "birria" como la tal Lola.
Douce ha dicho que…
Mira, comentarista anónimo, yo soy una perrita muy liberal, además estoy segura de que mi papá me quiere y no me siento celosa porque se ocupe de otros perros o perras. Lo que en realidad me 'encoquina'y 'encocora' es que no me lleve a la playa y deje 'mi' pelota a otros perritos. Es una cuestión personal, pero mis cosas son mis cosas, y sobre todo 'esa' pelota, que por cierto está vieja y sin pelos. Es una pelota de tenis que yo encontré en una playa, por eso la considero tan mía.

Y en cuanto a lo de alegrar la vista, pues me parece muy bien que lo haga, aunque él diga como la zorra de la fábula: "no están maduras... (las uvas)", a lo mejor es que a él le faltan ya algunas muelas:-).

Gracias por leerme. Con mi cariño, DOUCE

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