De vuelta a casa
Por mucho que vueles, por mucho que sueñes, por mucho que te evadas... siempre acabas regresando a "Ítaca". Al lugar de la rutina, también donde se sosiegan las vivencias. He llegado después de este viaje relámpago a Salamanca, cargado de imágenes , de sensaciones. Me ha acogido un Santander inundado por las recientes tormentas, pero seguía pensando en lo vivido durante estos días, he revisado las fotos que he ido sacando acá y allá, de cualquier rincón,de cualquier escena que quisiera hacer un guiño a mi interior. Antes de poner un poco de orden en esas sensaciones y recuerdos que aún andan deshilvanados en mi interior, quiero retener en forma de flashes , como apuntes de un boceto, lo que me han sugerido las fotos...
Un vuelo trasnochado de decenas de cigüeñas haciendo la última ronda sobre cúpulas y catedralicias torres antes de posarse un sus 'camas erizadas', donden duermen los soles...
Perros compañeros de mendigos, de bohemios de violín o de acordeón, de músicos sin fronteras. Perros amigos, perros sin techo, perros hecho fidelidad callejera...
Plaza convocadora de cientos de voces, cantos y danzas jóvenes que inundan toda la plaza , sobrevuelan las terrazas y se cuelan por los soportales con adoctrinados cantos
Noches de tunos, vinos, turistas , corrillos de curiosos, seducidos por el rasgar de un laúd, una bandurria o una guitarra eterna estudiante de interminables carreras de medicina o de derecho
Broncínea estatua de hombre replegado sobre si mismo víctima de meses de zulo y cautiverio. Muchachos que se sientan sobre sus rodillas, o juguetean por debajo de sus enormes piernas, ignorantes de tanta soledad, de tanta angustia y miedos encerrados en dos metros cuadrados...
Otras estatuas que recuerdan antiguos juegos: la pídola, el tirable. Saltar por encima de los compañeros encorbados, taconazos dados con gusto en las posaderas. Inocentes venganzas infantiles...
Paseos por calles de recientes y luctuosos sucesos. Melénzez Valdés a la cabecera de la calle. Cuán lejos del extremeño catedrático, tierno poeta servir de marco a tan absurdo crimen .
Calles hechas terraza, terrazas hechas restaurantes al aire libre, donde extranjeros o turistas hispanos saborean en un marco impensables los productos del país, o los que del mar trajeron...
Y al regresar, pasando por la renacentista pared del Palacio de Monterrey, los mismos sin techo, con su menguado ajuar , una mochila, una vieja maleta exposición de vestimentas ya cerrada, un saco de dormir y el mismo perro.
Carteles, notas urgentes por doquier, clases, pisos, se alquila, se comparte, se necesita compañero, compañera, intercambios de charlas en idiomas diferentes.
Salamanca:albergue de bohemios y mendigos, lugar de encuentro, sala de espectáculos, marco de exposiciones, ríos de gente que sube, baja se pasea, se sienta, o simplemente mira, o simplemente sueña, cartel innumerable de clases, intercambios y alquileres... Salamanca cambiante en constante movimiento, con distintos ritmos, con su ritmo eterno.
Un vuelo trasnochado de decenas de cigüeñas haciendo la última ronda sobre cúpulas y catedralicias torres antes de posarse un sus 'camas erizadas', donden duermen los soles...
Perros compañeros de mendigos, de bohemios de violín o de acordeón, de músicos sin fronteras. Perros amigos, perros sin techo, perros hecho fidelidad callejera...
Plaza convocadora de cientos de voces, cantos y danzas jóvenes que inundan toda la plaza , sobrevuelan las terrazas y se cuelan por los soportales con adoctrinados cantos
Noches de tunos, vinos, turistas , corrillos de curiosos, seducidos por el rasgar de un laúd, una bandurria o una guitarra eterna estudiante de interminables carreras de medicina o de derecho
Broncínea estatua de hombre replegado sobre si mismo víctima de meses de zulo y cautiverio. Muchachos que se sientan sobre sus rodillas, o juguetean por debajo de sus enormes piernas, ignorantes de tanta soledad, de tanta angustia y miedos encerrados en dos metros cuadrados...
Otras estatuas que recuerdan antiguos juegos: la pídola, el tirable. Saltar por encima de los compañeros encorbados, taconazos dados con gusto en las posaderas. Inocentes venganzas infantiles...
Paseos por calles de recientes y luctuosos sucesos. Melénzez Valdés a la cabecera de la calle. Cuán lejos del extremeño catedrático, tierno poeta servir de marco a tan absurdo crimen .
Calles hechas terraza, terrazas hechas restaurantes al aire libre, donde extranjeros o turistas hispanos saborean en un marco impensables los productos del país, o los que del mar trajeron...
Y al regresar, pasando por la renacentista pared del Palacio de Monterrey, los mismos sin techo, con su menguado ajuar , una mochila, una vieja maleta exposición de vestimentas ya cerrada, un saco de dormir y el mismo perro.
Carteles, notas urgentes por doquier, clases, pisos, se alquila, se comparte, se necesita compañero, compañera, intercambios de charlas en idiomas diferentes.
Salamanca:albergue de bohemios y mendigos, lugar de encuentro, sala de espectáculos, marco de exposiciones, ríos de gente que sube, baja se pasea, se sienta, o simplemente mira, o simplemente sueña, cartel innumerable de clases, intercambios y alquileres... Salamanca cambiante en constante movimiento, con distintos ritmos, con su ritmo eterno.
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