Don UNO, don OTRO y la VIDA

¿QUÉ COÑO ES LA VIDA?

Image hosting by Photobucket- Caramba, don Otro ¿qué hace usted a estas horas tan tempranas en la playa?

- Ya ve , don Uno, si le digo la verdad he venido a conocer ‘su’ playa. Quería ver cómo es este rincón donde usted se recoge y se solaza. Me gusta esta tranquilidad. ¿Puedo preguntarle qué es eso que tiene entre manos?

- Antes de contestarle, decirle que me alegro que haya venido usted a conocer este sitio, en general poco frecuentado. Su visita , aunque le parezca raro, hace que aún lo aprecie más. Estaba repasando este escrito y de paso tratar de contestar a su autor.

- ¿Es un secreto,o puedo preguntar de qué se trata?

- Ya sabe usted que para las personas en quien confío guardo pocos secretos, es más, me gusta confiarles algunas de mis dudas porque siempre encuentro algo que me ayuda a aclararlas un poco.

- No sé si yo puedo echarle una mano, me otorga usted una autoridad que me confunde un poco.

- Mi intención no es confundirle.

- Pues entonces vayamos directamente al grano y veremos qué podemos hacer entre los dos. Explíqueme.

- Pues mire don Otro esta nota que he recogido en este papel es la confesión de una persona que yo en cierta manera admiro, por su lúcido escepticismo, su aparente abandono, o desilusión contenida.

- ¿Podría explicármelo un poco mejor? Creo entenderle un poco , pero necesito algunos matices más.

- No crea que es fácil para mí penetrar en una personalidad que de por sí es compleja. Trataré de ser algo más concreto diciéndole alguna de las cosas que escribe en esta nota. Es una reflexión que hace al haber cumplido cincuentaymuchos años. Dice que no sabe dónde ha estado esos cincuentaytantos años, que no sabe muy bien lo que ha hecho ni por qué ha hecho esto y no lo otro...

- Vamos que es como si se estuviera pidiendo cuentas a sí mismo...

- Algo de eso hay, aunque es consciente que quizá una vida no haya que ‘justificarla’. Se vive y punto.

- Me están haciendo pensar, usted y su amigo . Trato de encontrar yo mismo una respuesta a una cuestión que no es fácil responder. ¿Para qué es la vida? ¿Para qué se nos dio? ¿Cómo vivirla? Don Uno, confieso que me pone usted en un aprieto. Si digo, simplemente “para vivirla”, encuentro mi respuesta demasiado obvia, o evasiva. Recuerdo a este respecto un poema del poeta alemán Heine:

Despedida

Y no dejamos de preguntarnos
Una y otra vez,
Hasta que un puñado de tierra
Nos calla la boca...
Pero ¿es eso una respuesta?
- Caramba , don Otro, esa respuesta parece rotundamente definitiva.

- Lo reconozco, don Uno, pero mentiría si le diera otra. Creo que era Cioran , un tipo no demasiado optimista el que decía :"Mi fuerza es no haberle encontrado respuesta a nada”.

- Y yo que pensaba que me iba a dar usted respuestas más ilusionadas

- Si lo que quiere es ilusiones, puedo hablarle del cielo, de otra vida feliz, pero de momento podía tratar de eso que habla su amigo en el escrito que acabo de leer de ese ‘sereno desasosiego’. No me parece del todo mal que aún reconociendo sus ignorancia y sus dudas ‘no busque soluciones sino treguas, armisticios y la posibilidad de una convivencia y hasta una connivencia pacíficas’ con esos sus demonios familiares.

- Esta visto, que lo que me recomienda es que cada uno se rasque sus pulgas. Cada vez que pregunto a alguien que trata de vivir de verdad cuestiones como ésta , como quien pide una receta de vida, oigo cosas semejantes. Recuerdo, y voy a terminar con esta cita, lo que leía el otro día en un libro de César Simón. “Qué lejos creo vivir, qué remoto, qué aparte. No por ello me siento menos asido a la vida. Pero es a mi vida a la que me siento asido. Y mi vida es este silencio, y esta habitación, y estos días...” Y terminaba la reflexión con su deseo, no sólo de vivir ‘alto, sino también ancho’ es decir toda la dimensión de cada momento.

- Pues no me parece del todo mal la ‘receta’ de su amigo, aunque por supuesto, cada uno debemos encontrar la ‘nuestra’. Lamento no haberle servido quizá de gran ayuda hoy, pero es que yo soy también finito... y no de Córdoba precisamente. Hoy me despido de usted, pero no puedo encontrar la excusa de los toros, porque ya ha terminado la feria.

- No se preocupe. Sabía que lo de los toros era la señal de que se acababa nuestra charla.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Hoy, querido Julio, no me importa que ellos sepan que les escucho, que presto atención a sus conversaciones, porque hoy, precisamente hoy, mi cabeza bulle con la misma pregunta: ¿qué coño hacemos aquí? Y aunque la respuesta, indefectiblemente pasa por la misma reflexión que la de Carlos Serrano, no me vale, porque la respuesta contiene en sí misma una pregunta: ¿y cómo coño lo hago? ¿Cómo conseguir vivir la vida a lo ancho y a lo largo sin tener que volverme a plantear nuevamente “qué coño hago aquí”? Los años vividos sólo me han enseñado que no puedo evitar estar aquí a menos que vaya en contra de mi propio instinto de supervivencia, acción que sólo bajo disfunción química (depresión e instintos suicidas) podría acometer. Así pues aquí sigo, dando palos de ciego, leyendo testimonios de quienes creen haber encontrado la respuesta sin haberlo hecho en realidad, dudando a cada paso que doy como si estuviera aprendiendo a andar a mis años, temiendo el golpe una y otra vez y al mismo tiempo luchando con todo el equipaje que me han obligado a llevar en esta carrera de fondo que es la vida; un equipaje que reconozco a todas luces inútil, que es como llevar un traje de neopreno en el desierto, pero del que aún así no puedo desprenderme por más que quiera. Y sabiendo que, a diferencia de cuando aprendía a andar, no hay nadie ya dispuesto a agarrarme cuando me caiga, porque ni ellos mismos saben cómo ni dónde va a ser la caída.
Douce ha dicho que…
Querida Bliss,
Trato de entender y quisiera poder no serte inútil del todo. De momento te voy a remitir texto que dio pié al diálogo entre don UNO y don OTRO, que ya no les importa que les escuches, les gusta. Es un texto de Andrés Aberasturi que puedes leer en su blog. La dirección es la siguiente: http://www.ociocritico.com/oc/blogs/gato/?p=94.Podrás leer también los comentarios.

Me atrevería a sugerirte que leyeras , si te apetece, el epílogo del libro de Fernando Savater: "Las preguntas de la vida", no se trata de encontrar 'respuestas', pero si algunas reflexiones interesantes sobe las preguntas que te haces: "¿Qué coño hacemos aquí?"

"Escucho mi corazón, siento el calor de mis manos, el sabor de mi boca. ¿Cuántos segundos de vida gano, sino los que sé que vivo?

Todo lo que se hace es para algunos la vida. Para otros, la vida es este saber que se vive.

¿Quiere esto decir que no he sido feliz? Ser feliz es poco. Y yo no sé si lo he sido. he vivido sin hacer muchas cosas, aunque nunca me estuve quieto. Pero vivir la vida consiste en algo que no se anota en un currículo. Hay quien tiene un currículo y no ha vivido." César Simon (En mi cita anterior le cambié el nombre, porque me he empeñado, no sé por qué, en llamrle así)

Un cariñoso saludo , seguiremnos hablando lo que sea preciso

Entradas populares