"Vente a España, esto es el paraíso..."
VENTE A ALEMANIA, PEPE
Allá por los 60 y 70, cuando nosotros los españoles éramos pobres pero honrados, atábamos nuestras maletas con cuerdas, nos líabamos la manta a la cabeza, hacíamos el petate y nos íbamos para Alemania, Suiza, Francia , Holanda u otros países europeos. Por aquellos años, de latas de sardinas y viviendas en hangares en la fría Europa, se proyectaba en las pantallas de los cines españoles una película de Pedro Lazaga: “ Vente a Alemania, Pepe”,que era el grito que llegaba a muchos pueblos de España.
Ahora que somos más ‘ricos’, algo menos honrados y vivimos en urbanizaciones y chaleses, se oye el eco de aquella invitación, pero en rumano: "Vente a España,Ilie. Esto es el paraíso, la policía ni te toca". Es la invitación de un delincuente asentado en España a un miembro de su banda todavía en Rumanía , tan real como la confesión que un delincuente albano-kosovar.
España suscita una fascinación especial para estos delincuentes provenientes de países del Este, algunos de ellos antiguos policías especializados en 'limpieza étnica' en sus países de orígen , porque como dice un funcionario español. “Occidente para ellos es una tarta, un lugar donde la gente vive relativamente despreocupada, tiene una menor capacidad de sufrimiento y donde, además, las leyes son garantistas".
O sea que mientras nuestros gobernantes se pasan años enteros haciendo Estatutos, los ciudadanos están ocupados en sus quehaceres, estos señores se ocupan de hacer su agosto, su mayo o lo que echen. Los Maragales, empiezan a darse cuenta de que gobernar es también prevenir, estar atentos a los problemas que tiene la sociedad que les dio el voto para que , además de discutir, se ocupen de las 'nuevas realidades'. Y como siempre, se hace tarde, deprisa y corriendo, echando mano de los guardias civiles recién uniformados.
Allá por los 60 y 70, cuando nosotros los españoles éramos pobres pero honrados, atábamos nuestras maletas con cuerdas, nos líabamos la manta a la cabeza, hacíamos el petate y nos íbamos para Alemania, Suiza, Francia , Holanda u otros países europeos. Por aquellos años, de latas de sardinas y viviendas en hangares en la fría Europa, se proyectaba en las pantallas de los cines españoles una película de Pedro Lazaga: “ Vente a Alemania, Pepe”,que era el grito que llegaba a muchos pueblos de España.
Ahora que somos más ‘ricos’, algo menos honrados y vivimos en urbanizaciones y chaleses, se oye el eco de aquella invitación, pero en rumano: "Vente a España,Ilie. Esto es el paraíso, la policía ni te toca". Es la invitación de un delincuente asentado en España a un miembro de su banda todavía en Rumanía , tan real como la confesión que un delincuente albano-kosovar.
España suscita una fascinación especial para estos delincuentes provenientes de países del Este, algunos de ellos antiguos policías especializados en 'limpieza étnica' en sus países de orígen , porque como dice un funcionario español. “Occidente para ellos es una tarta, un lugar donde la gente vive relativamente despreocupada, tiene una menor capacidad de sufrimiento y donde, además, las leyes son garantistas".
O sea que mientras nuestros gobernantes se pasan años enteros haciendo Estatutos, los ciudadanos están ocupados en sus quehaceres, estos señores se ocupan de hacer su agosto, su mayo o lo que echen. Los Maragales, empiezan a darse cuenta de que gobernar es también prevenir, estar atentos a los problemas que tiene la sociedad que les dio el voto para que , además de discutir, se ocupen de las 'nuevas realidades'. Y como siempre, se hace tarde, deprisa y corriendo, echando mano de los guardias civiles recién uniformados.
Comentarios
Pero algunos rumanos vienen de listillos y ya les vale.