La verídica y nunca contada historia de la Rana de Salamanca
Alguien , ante mi comentario de ayer , se extrañó de que a las ranas en Salamanca les guste “zambullirse en los espejos de la imaginación y la poesía". Le sonaba tan extraño como aquella que encontraba raro que los ‘sapos bailen flamenco'. Así que he decidido completar la historia de las ranas salmantinas.
Sucedió hace ya algunos siglos. La fama de esta docta ciudad llegó hasta los oídos de las ranas que decidieron acudir en masa hasta su Universidad guiadas por sus ‘ancas de saber’. Ante tal aluvión de anfibios, las autoridades universitarias decidieron crear un Colegio Mayor de anuros al que llamaron “Colegio Mayor de Nobles Ranas”. Fue una comunidad estudiantil muy aplicada y en su deseo de aprender desarrollaron aún más su cabeza , sus ojos se agrandaron, tal era su avidez por todos los saberes.
Sólo una – algunos historiadores dicen que se trataba de un sapo (de ‘sapere”, saber)- que no quiso unirse a la anfibia congregación y solicitó del Rector elaborar su propio Trivium y Quadrivium por ‘libre’, creándose a partir de ese momento la figura del alumno, perdón, la rana “libre”. El animal eliminó de su currículum los estudios relacionados con las ciencias, Álgebra y Geometría y se dedicó de lleno al estudio de la Filosofía , las Humanidades y otras Artes (algunos dicen que diabólicas) .
Además de los recitales nocturnos en las orillas del río Tormes donde cantaba, y croaba su poemas, celebraba reuniones periódicas en el Night Club que había montado con el nombre de “La Rana Verde”. El grupo de anfibios asiduos habían creado un club llamado “CROAC” (Club de Ranas Omosexuales de Acción Católica) y según las malas lenguas además de cantar, recitar poemas en hebreo , jurar en arameo , celebraban algunos ritos anfibios que algunos tenían por diabólicos.
Todo ello llegó a oídos de la Inquisición que enseguida se encargó de su santo oficio y acusaron a “Greonouille”, tal era el nombre de guerra de la rana díscola, ante el papa Gregorio Nosecuantos. Al enterarse del asunto, el gregoriano Pontífice dio un sonoro puñetazo en la pontificia mesa diciendo: “El croar se va a acabar". Inmediatamente cursó órdenes al Nuncio para que terminara cuanto antes con la rebeldía de la rana. Y así se hizo, reunido el tribunal de la santa Inquisición la rana fue acusada de prácticas satánicas, emplear la lengua hebrea , jurar en lengua arámica y hacer proselitismo en contra de las verdades verdaderas. Celebrado el auto de fe en el Patio de Escuelas Menores , se decretó que su cadáver fuera expuesto sobre la calavera de un judío inconverso para lección y escarmiento de todos aquellos que en lo sucesivo cometieran el sacrilegio de emplear otro canto que el gregoriano ‘croar’.
Y así fue como los canteros que por aquellas fechas labraban con esmero el pétreo tapiz de la fachada de la Universidad en la ocre piedra de Villamayor, pusieron la imagen lujuriosa y hereje de Grenouille sobre la calavera del hebreo.
Queridos visitantes , aquellos que en manada por Salamanca fuéredes y visitáredes aquel patio, además de admirar la figura de la Rana Juana (alias Grenouille), no dejéis de pasmaros ante los medallones de ilustres reyes, papas, Hércules y Venus, medallones y platerescas filigranas. Y si algún cicerone de luna y aceituna, por ganarse unos euros os señala con su dedo oscuro la Rana rebelde, no veáis en ella el símbolo del vicio y la lascivia, sino más bien el de la fertilidad y la creativada sobre monda calavera.
Sucedió hace ya algunos siglos. La fama de esta docta ciudad llegó hasta los oídos de las ranas que decidieron acudir en masa hasta su Universidad guiadas por sus ‘ancas de saber’. Ante tal aluvión de anfibios, las autoridades universitarias decidieron crear un Colegio Mayor de anuros al que llamaron “Colegio Mayor de Nobles Ranas”. Fue una comunidad estudiantil muy aplicada y en su deseo de aprender desarrollaron aún más su cabeza , sus ojos se agrandaron, tal era su avidez por todos los saberes.
Sólo una – algunos historiadores dicen que se trataba de un sapo (de ‘sapere”, saber)- que no quiso unirse a la anfibia congregación y solicitó del Rector elaborar su propio Trivium y Quadrivium por ‘libre’, creándose a partir de ese momento la figura del alumno, perdón, la rana “libre”. El animal eliminó de su currículum los estudios relacionados con las ciencias, Álgebra y Geometría y se dedicó de lleno al estudio de la Filosofía , las Humanidades y otras Artes (algunos dicen que diabólicas) .
Además de los recitales nocturnos en las orillas del río Tormes donde cantaba, y croaba su poemas, celebraba reuniones periódicas en el Night Club que había montado con el nombre de “La Rana Verde”. El grupo de anfibios asiduos habían creado un club llamado “CROAC” (Club de Ranas Omosexuales de Acción Católica) y según las malas lenguas además de cantar, recitar poemas en hebreo , jurar en arameo , celebraban algunos ritos anfibios que algunos tenían por diabólicos.
Todo ello llegó a oídos de la Inquisición que enseguida se encargó de su santo oficio y acusaron a “Greonouille”, tal era el nombre de guerra de la rana díscola, ante el papa Gregorio Nosecuantos. Al enterarse del asunto, el gregoriano Pontífice dio un sonoro puñetazo en la pontificia mesa diciendo: “El croar se va a acabar". Inmediatamente cursó órdenes al Nuncio para que terminara cuanto antes con la rebeldía de la rana. Y así se hizo, reunido el tribunal de la santa Inquisición la rana fue acusada de prácticas satánicas, emplear la lengua hebrea , jurar en lengua arámica y hacer proselitismo en contra de las verdades verdaderas. Celebrado el auto de fe en el Patio de Escuelas Menores , se decretó que su cadáver fuera expuesto sobre la calavera de un judío inconverso para lección y escarmiento de todos aquellos que en lo sucesivo cometieran el sacrilegio de emplear otro canto que el gregoriano ‘croar’.
Y así fue como los canteros que por aquellas fechas labraban con esmero el pétreo tapiz de la fachada de la Universidad en la ocre piedra de Villamayor, pusieron la imagen lujuriosa y hereje de Grenouille sobre la calavera del hebreo.
Queridos visitantes , aquellos que en manada por Salamanca fuéredes y visitáredes aquel patio, además de admirar la figura de la Rana Juana (alias Grenouille), no dejéis de pasmaros ante los medallones de ilustres reyes, papas, Hércules y Venus, medallones y platerescas filigranas. Y si algún cicerone de luna y aceituna, por ganarse unos euros os señala con su dedo oscuro la Rana rebelde, no veáis en ella el símbolo del vicio y la lascivia, sino más bien el de la fertilidad y la creativada sobre monda calavera.
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