El estado de la Noción
Esta vez me hice una advertencia a mí mismo: "¡Ojito, ni se te ocurra encender la tele o abrir una emisora de radio mientras se celebre el debate sobre el Estado de la Cuestión , de la Noción o de la Nación de Naciones!". Y me hice caso; me dediqué a otras cosas, exámenes, gestiones económico-académicas, compras varias y entre col y col, una ojeada a "La tournée de Dios" que sigue siendo válida y relajante en los tiempos que corren o corremos. Y la verdad que me ha sentado muy bien.
Ahora, apagado ya el fragor (¿hubo fragor?) del debate, he echado un vistazo a algunos titulares y si me da tiempo los comento o me dedico a explicar por qué cada vez me alejo más de todos los 'eventos' con que nos entretienen los que van a lo suyo. Y aquí todo el mundo va 'a lo suyo', a ¿qué hay de lo mío?, a ¿cómo va lo nuestro? Y así nos tienen embobados con distintos acontecimientos y eventos, sabiamente dosificados:cayucos, chaleses asaltados, más cayucos, agonías de famosos, rosas blancas a Sandra que se va de la ciudad, triunfos en tierra batida y circuitos monegascos y el gran eventoooo:"¿Ganará Eggpaña, por fin, el próximo Mundial de furbo?" Y venga a hablar de antenas, cobertutas, pantallas planas, la sexta, la 5 o la primera... "Panem (paucum) et circenses (multos)". ('Viva San Procopio!")
Les decía, que así he huído yo del gran Debate, la gran Pantomima, el gran Fraude a la Nación. Además creo que debían cambiar el nombre al Parlamento y ponerle más bien "Audimento", porque allí todo el mundo se harta hablar y no escucha ni Dios, por supuesto. Incluso los que toman apuntes, no escuchan al contrario, sólo toman nota de lo que ellos van a seguir diciendo. Ayer incluso, algún avispado fotógrafo, captó a Rajoy siguiendo en su pantalla el Rolland Garros, mientras alguien 'parlamentaba'.Nadie 'escucha' de verdad, porque no le interesan la 'verdades' del otro, sino proseguir eternamente su monólogo. Nunca se vieron tantos 'besugos' juntos dialogando, más bien monologando.
Y los discursos, las palabras vanas, el manejo de las estadísticas en beneficio propio, las diatribas , lo mal que lo hacen los otros y lo bien que lo hacemos nosotros, eso lo oímos todos los días y ya sabemos qué piensan - si es que por ventura algunos piensan - sobre los eternos temas: estatutos,procesos,inmigrantes,bandas asaltantes,progresos,crispaciones,... y los ciudadanos que aún sienten el morbo de seguir estos 'parlados' dan ya por supuesto que para el ..."Y de nosotros cuándo van hablar?" no hay turno de réplica ni siquiera de plegaria.
Nunca las palabras sirvieron para tan poco. Podían ahorrarse los discursos, dar vacaciones a los redactores de los discursos, las reuniones para discutir qué decimos, cómo replicamos, búscame estos datos, qué pasamos por alto," cuando te diga... recuérdale lo de 1994..."
Más que del Estado de la Nación, deberían tratar de averiguar cuál es la 'Noción' que tienen los ciudadanos que cogen a diario el metro, el tren, el autobús o van a pie a su trabajo, sobre su 'estado'. A nada que acercaran el oído percibirían un clarísmo: '¡Estamos del Estado de... hasta los emoticones!"
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Foto: René Magritte
Ahora, apagado ya el fragor (¿hubo fragor?) del debate, he echado un vistazo a algunos titulares y si me da tiempo los comento o me dedico a explicar por qué cada vez me alejo más de todos los 'eventos' con que nos entretienen los que van a lo suyo. Y aquí todo el mundo va 'a lo suyo', a ¿qué hay de lo mío?, a ¿cómo va lo nuestro? Y así nos tienen embobados con distintos acontecimientos y eventos, sabiamente dosificados:cayucos, chaleses asaltados, más cayucos, agonías de famosos, rosas blancas a Sandra que se va de la ciudad, triunfos en tierra batida y circuitos monegascos y el gran eventoooo:"¿Ganará Eggpaña, por fin, el próximo Mundial de furbo?" Y venga a hablar de antenas, cobertutas, pantallas planas, la sexta, la 5 o la primera... "Panem (paucum) et circenses (multos)". ('Viva San Procopio!")
Les decía, que así he huído yo del gran Debate, la gran Pantomima, el gran Fraude a la Nación. Además creo que debían cambiar el nombre al Parlamento y ponerle más bien "Audimento", porque allí todo el mundo se harta hablar y no escucha ni Dios, por supuesto. Incluso los que toman apuntes, no escuchan al contrario, sólo toman nota de lo que ellos van a seguir diciendo. Ayer incluso, algún avispado fotógrafo, captó a Rajoy siguiendo en su pantalla el Rolland Garros, mientras alguien 'parlamentaba'.Nadie 'escucha' de verdad, porque no le interesan la 'verdades' del otro, sino proseguir eternamente su monólogo. Nunca se vieron tantos 'besugos' juntos dialogando, más bien monologando.
Y los discursos, las palabras vanas, el manejo de las estadísticas en beneficio propio, las diatribas , lo mal que lo hacen los otros y lo bien que lo hacemos nosotros, eso lo oímos todos los días y ya sabemos qué piensan - si es que por ventura algunos piensan - sobre los eternos temas: estatutos,procesos,inmigrantes,bandas asaltantes,progresos,crispaciones,... y los ciudadanos que aún sienten el morbo de seguir estos 'parlados' dan ya por supuesto que para el ..."Y de nosotros cuándo van hablar?" no hay turno de réplica ni siquiera de plegaria.
Nunca las palabras sirvieron para tan poco. Podían ahorrarse los discursos, dar vacaciones a los redactores de los discursos, las reuniones para discutir qué decimos, cómo replicamos, búscame estos datos, qué pasamos por alto," cuando te diga... recuérdale lo de 1994..."
Más que del Estado de la Nación, deberían tratar de averiguar cuál es la 'Noción' que tienen los ciudadanos que cogen a diario el metro, el tren, el autobús o van a pie a su trabajo, sobre su 'estado'. A nada que acercaran el oído percibirían un clarísmo: '¡Estamos del Estado de... hasta los emoticones!"
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Foto: René Magritte
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No deja de ser una figura retórica