Mis rincones preferidos (Douce)

Esta tarde mi papá que a veces se mete donde no le llaman, ha venido cámara en ristre a perturbar mi siesta. Yo no suelo molestar cuando él sestea. No dispongo de habitación propia , visto lo cual he decidido que según la hora, la estación de año, la disponibildad de los moradores de esta casa , y mis conveniencias yo elijo el sitio.Unas veces es ecima de la alfombra, otras en algún sillón, a veces debajo de una mesa si quiero que no me moleste nadie o encima de la cama si es invierno y tengo algo de frío, además sirvo de calorífero.

Llegada la primavera, cuando el solo se cuela por el oeste en la galería me gusta tener este rincón como el náufrago de este blog tiene el suyo, pero sin pregonarlo tanto. Me acomodo aquí, y como el suelo está más fresco que las alfombras o los sillones, me estiro cuan larga soy y duermo un poquito. No es un sueño muy profundo pero me gusta recibir el calor de este sol abrileño, coloco mi cabeza un poco a la sombra y la dejo que sueñe cosas muy sencillas, porque yo me complico la vida ni soñando. Normalmente sueño con otros perritos, con playas enormes, con senderos de montaña, con jardines llenos de margaritas y enormes extensiones de hierba verde por donde pasear mi hocico en busca de mil olores distintos. Podría enunciárselos, pero de nada servirían porque ustedes son "daltónicos" para nuestros olores y aparte del olor a calamares, asados, y el olor a chamusquina no van mucho más lejos. Nuestro espectro olfativo es mucho más amplio y de un radio de acción muy superior al suyo. Yo huelo a mi papá desde el portal y eso que vivimos en un cuarto piso. ¿ A qué ni lo han olido?

Les dejo y aprovecharé que mi papá se ha ido con la cámara a otra parte. Buenas tardes y que ustedes descansen, si les apetece.

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