Boris Vian, maldito (1920-1959)

Hace unos días recogí una lista publicada en el Diario el Mundo sobre escritores malditos, heterodoxos, visionarios... todos esos seres que decidieron vivir de espaldas o en contra de los dogmas, normas, convencionalismos de todo tipo y dedicieron tirar por la cera de enfrente, es decir la ruta que les marcaba su corazón , su mente o hasta su capricho. Sin gente así, la humanidad no progresería, malditos en su tiempo La mayoría murió sin conocer el fruto de su inconformismo. Tampoco es que esperaran ese reconocimiento. " Me importa absolutamente un bledo poder o no poder hacer partícipes a los demás de mi punto de vista". (El otoño en Pekín).

Un personaje que he ido descubriendo poco a poco, aunque sólo un poco, ha sido Boris Vian, muy poco conocido por estos lares. Ingeniero, escritor, músico, autor dramático, de salud precaria, amante del jazz, cantautor, "patafísico", 'desertor' en su tiempo:

Monsieur le Président
je vous fais une lettre
que vous lirez peut-être
si vous avez le temps...
...Je ne suis pas sur terre
Pour tuer des pauvres gens
C'est pas pour vous fâcher
Il faut que je vous dise
Ma décision est prise
Je m'en vais déserter.

... Monsieur le Président
Si vous me poursuivez
Prévenez vos gendarmes
Que je n'aurai pas d'armes
Et qu'ils pourront tirer.
Le gustaba caminar en la dirección contraria a los demás, para llegar quizás más lejos :
Abril sucede a mayo
y marzo viene exactamente después.
¡Ah! Qué curiosa estación
la que vivimos.
Luego viene febrero,
seguido del mes de enero.
Diciembre va a venir
y no sé qué decir.

El año pasado, el año pasado
era mucho más tranquilo,
pero este año al revés
no carece de interés

Sus títulos no dejan lugar a dudas sobre su espíritu transgresor : "Escupiré sobre vuestras tumbas", "No me gustaría reventar", "La espuma de los días".

- Cuente hasta diez -ordenó Laurent al paciente. El enfermo se detuvo al llegar a seis.
- ¡Curioso! -dijo Peter Gna-, normalmente no suelen dormirse hasta llegar a veinte.
- Yo no duermo -gritó el enfermo-, lo que pasa es que no sé contar.
(La ruta desierta en Las hormigas)



Comentarios

Entradas populares