Jardiel y los perros

Buenas tardes. ¿Hace falta que me presente? Soy Douce , esa perrita que tienen ustedes en la parte izquierda de esta bitácora, la que mueve el rabo y la cabeza cuando ustedes se acercan. Ya sé que a veces no me hacen mucho caso y no me sacan un huesito de los que hay en esa bolsa, pero no se lo tengo demasiado en cuenta, no soy una perrita que se queje y comprendo que los humanos vayan a “sus cosas”.Por eso de vez en cuando, escribo un poco en el Blog de mi papá, para que no se olviden del todo de mí.

Estos días he visto a mi papá pasearse por todos los sitios con un librito en la mano. Ayer mismo, cuando fuimos al ‘vete’, porque tengo algunas ligeras molestias, mientras esperábamos, le vi que aprovechaba para leer y le pregunté qué libro era ése que leía con tanto interés:
“ Es un libro que cuenta la vida ajetreada de un señor que vivió intensamente, muy intensamente, y que precisamente en el capítulo que ahora estoy leyendo habla de vosotros, los perros. Este señor os quería mucho y os consideraba unos encantadores animales. Él , para que señalar más el contraste os llamaba “encantadoras bestias”, mientras que hay muchos humanos que son “bestias estúpidas” y este señor que se llamaba Enrique Jardiel, que no era una “bestia estúpida” se sentía un gran amigo vuestro, quería superar con su “cariño el desvío y la mala fe que los humanos tienen en general” para con vosotros."

Me acerqué a mi papá y le dije que me contara más cosas de ese señor.
“Mira Douce, sobre ese señor y este libro pienso escribir algo más cuando me haya empapado un poco más de él, ahora quiero que vaya reposando en mí, sin prisa. Releeré alguno de sus capítulos, como hago con los libros que me gustan y luego contaré lo que he sentido al leerlo. Ahora , supongo que te interesa más cuánto os quería y lo que decía de vosotros. El autor de este libro , supongo que es por conveniencia del relato os pone en el mismo capítulo en el que habla de los críticos por los que no sentía la misma simpatía, pero no quiere equipararos a ellos.Más bien creo que que es por necesidades de otro tipo. Mira, voy a leerte algunos pasajes que te van a encantar como a mi me han encantado.
Le cogí el libro de las manos y lo leí yo, porque para estas cosas pongo más sentimiento que él. Era un pasaje en que cuenta cómo sus perros Bobby y Ramonín le defienden ante el Tribunal de Dios:

“Del Limbo se escapan corriendo mis perros
Y llegan jadeantes ante el Tribunal
Y con voz humana, aunque algo animal,
Dicen , señalándome con la misma pata:
“Oye , Dios: la gente que a éste delata
dirá lo que quiera, pero ambos decimos,
que por obra suya los dos subsistimos;
que él nos dio comida, cariño y hogar,
que él nos curó siempre que nos vio enfermar
y con cuidado tan extraordinario
que nunca llamaba al veterinario...

... Hay un gran silencio. La emoción me abrasa
ante la sentencia, próxima e incierta,
pero Dios no duda. Hace abrir la puerta
del Cielo y resuelve: “Lo han dicho ellos: pasa”

No pude evitarlo, le devolví el libro y me senté en el suelo conmovida. Pensé que yo también tendré que asistir al juicio de mi papá, porque con lo que es él, se va a sentir culpable de todo, y tendré que estar yo allí para si es necesario , cantarle a Dios las cuarenta.

Había más cosas en este capítulo sobre nosotros, pero en un mensaje de su nieto, Enrique, ya me envió un texto donde su abuelo expresa lo bien que nos conocía :
“El perro sufre... El perro padece: es fácil presa
de innumerables miedos; y muy frecuentemente
está enterrado el perro, dando diente con diente,
cuando humilde, se mete debajo de la mesa...

Pero prefiero terminar con una anécdota más tierna y que cuenta su nieto Enrique en el libro del que les hablo. Cuando Jardiel murió, Bobby se tendió en su cama, cesó de comer y se dejó morir. A los quince días estaban de nuevo los dos juntos en las eternas praderas donde según me ha dicho Enrique tendré mogollón de huesos de dinosaurio.
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Libro de referencia: "Enrique Jardiel Poncela:La ajetreada vida de un maestro del humor". Enrique Gallud Jardiel. Ed. Espasa Biografías. 2001

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