El día de no cumpleaños

La ventaja que tienen estas bitácoras, blogs o como demonio se llamen, es que los autores pueden escribir lo que les plazca y los posibles lectores saltarse lo que les da la gana. Todo esto concede a ambas partes el uso de su libre albedrío, cosa que no es moco de pavo en los tiempos que corren: hacer su sacrosanta voluntad.Haciendo uso de esta libertad que me autoconcedo y por supuesto brindo también a los lectores, proseguiré mi comentario con mi amigo de ayer, con el que me topo a menudo.

Al parecer seguía muy contento y me contaba cómo había transcurrido su día de "no cumpleaños". Me confesó que había sido uno de lo smejores que recordaba porque todo había sido muy espontáneo, sin ceremonias, protocolos y estereotipados "japiberdis".

Sin esperararlo, había recibido libros absolutamente inesperados, que le habían encogido sus sensibles tripitas. Eran postales "adorables",biografías muy, pero que muy personalizadas que hablaban entrañablemente de gente entrañable, o "finas hierbas sapienciales", poemas de gildebiedmas y caballerosbonales, charlas llenas de besos, celebraciones sobre pupitres escolares, saltándose todas las decencias docentes.

Sorpresas, improvisadas celebraciones sin protocolos, pero con variadas y ricas emociones. Mi amigo me ha pedido que le dé tiempo a digerirlas , que me irá contando las secuelas en sucesivas entregas. Como verán nada se han perdido no leyendo esta crónica de un no cumpleaños celebrado.

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