Mi mañana en la playa (Douce)

Ya me he enterado de que mi papá va contando por ahí chismes e intimidades mías. Debería haberme preguntado antes si yo le autorizaba a divulgarlas.Lo he leído, y aunque pienso que se ha ido un poco de la lengua, se lo perdono.Otro día contaré yo cosas de él y se van a enterar de con quién se juegan los cuartos.Buena persona es, pero demasiado soñador, aunque no me parece mal, pero yo, siendo perrita tengo un sentido mucho más ajustado de la realidad.

Bueno, a lo que íbamos. Esta mañana hemos salido de paseo, hemos huído un poco del jaleo de la ciudad y de los sitios frecuentados por propios o foráneos que han venido a estas playas. A mi me gustan más las playas algo solitarias porque así puedo correr, oler o revolcarme en la arena a mi gusto, sin estar pendiente de la gente. Hemos visitado la playa de Covachos que dentro de poco se llenará de naturistas de esas personas que se quieren sentirse más cerca de la naturaleza y exponen sus cuerpos al sol sin las hojas de parra que les regalaron al despedirles del paraíso, cuando experimentaron el primer sentimiento de culpa al verse desnudos.Nosotros como no hemos sido expulsados de ningún edén, así andamos, sin complejos.

En el camino fui fijándome en varias cosas, porque me gusta observar a las gentes cuando salgo. Aunque olisqueo y parece que no me entero voy anotando en mi can- cerebro las cosas que me chocan. Por ejemplo que un señor con pinta de algo burro y prepotente, señora o lo que sea al lado, bajan con su "todoterreno" hasta casi el borde de la playa en un camino que no está pensado para los coches, sino para los que tenemos 4 o los que tienen 2 patitas. No le hubiera costado nada, digo yo, bajar con su señora Señora a pie hasta la playa, porque a ambos les hubiera sentado muy bien para disminuir volúmenes innecesarios. Yo tuve que apartarme cuando ví el morro de aquel armatoste, con unos parachoques que parecían arietes, con los que fueran a derribar cualquier fortaleza medieval. No lo entiendo. Tener un 'todoterreno' no quiere decir que cualquier terreno es tuyo, o como el que tiene un mercedes y por eso se cree con derecho a atravesar de cualquier forma su último modelo, cuando hay plazas para dejarlo aparcado como los demás y no obligar a los otros vehículos a hacer maniobras extrañas.

Me parece que voy a dirigirme a algún sindicato u organización de ésas que reciben fondos europeos para organizar cursillos de cualquier cosa, y proponerles un curso de "Ecología, civismo y respeto al medio ambiente". El ponente sería yo, Srta. Douce, "Diplomada en medio ambiente y conservación del territorio". Enseñaría a algunos que si celebran alguna fiesta recojan en una bolsita o tiren a las papeleras, sus vasos de plástico, sus botellas o botellones , aunque sólo sea para que mi papá no tenga que quitarlos para sacar una foto a un matojo de silvestres margaritas.Pienso en lo ecológicamente que pastaban las vacas que veíamos, tomando su aperitivo de finas hierbas en los prados , mientras familias, parejas y amigos daban cuenta de unas rabas (calamares) o chopitos, en las mesas de los bares que rebosaban de gente en esta soleada mañana.


Me gustó este paseo, a pesar de los ligeros detalles que he comentado. Me gustó porque hay "gente pá tó", como decía el otro. Hasta pudimos ver ya llegando a casa, un mocito de aspecto 'ad hoc' que debía volver de alguna manifestación republicana, con su banderita plegada. Parecía satisfecho de haber asistido al acto. A la manifestación me refiero.

Así ha transcurrido mi mañana. A veces mi papá, además de largar, también se estira con algún detalle de éstos.

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