Douce y sus pelotas

“Yo tengo una pelota
Que salte y bota
si se rompe, tengo otra...”

¿He dicho tengo? Tenía.
Esta mañana en la playa,
la pelota se partía,
no botaba, para desdicha mía.
¿Para qué quiero una pelota,
que ni salta ni bota?
Me preguntaba a mí misma.
Pedí la respuesta al mar,
pero el mar se sonreía.
No me escuchaba,
al menos , eso creía.
Seguí cavando mi hoyo -cual solía-.
No sé si para enterrarla,
no sé bien por qué lo hacía.
Volví a pedir al mar,
por ver si me la traía...

De pronto, allá en lejanía.
Cabalgando sobre olas vi
Que una pelota venía
Era redonda , amarilla
Quizás venía cansada,
Pero alegre sonreía.
Yo también le sonreí
- ‘Ven pelota, ya eres mía!

La llevé hasta mi hoyo
Donde la otra yacía.
Se saludaron las dos
Mientras yo las acogía
Ahora tengo dos pelotas,
Con perdón, sus Señorías,
Una pelota no salta, no bota,
La otra salta de alegría.
Con las dos estoy contenta
Gracias mar, la vida mía.

DOUCE

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