Maitines. Solo de saxo.

Aunque el origen latino de esta palabra (tempus ‘matutinus’) ha ido añadiendo a su original significado, connotaciones religiosas – léase los rezos o cánticos que a esas horas canónicas dan comienzo al día de trapenses , cistercienses y otras órdenes - o hasta reuniones ‘políticas’ de partidos fervorosos , aquí la empleo para expresar las primeras sensaciones que han poblado mi despertar de esta mañana.

Hoy, casi de ‘bon matin’ , medio dormido aún ,estiré mi brazo para encender la radio que anoche apagué, harto de oír que si el Madrid o el Betis, Capelo o Irureta, Rivera o Diarra... Esta mañana , al despertar sonaban músicas mucho más sedantes. Debían de ser las ocho menos tres o cuatro minutos , el programa que fuera, había dejado sonando un solo de saxo hasta que las ‘horarias’, según el argot radiofónico, señalaran las ocho.

Ese solo se saxo , con un ligero acompañamiento de percusión suave, sonaba como una recitación suave, matizada, una charla musical, un monólogo de notas que iban alzando su vuelo o reposándose en alguna línea del pentagrama, para seguir de nuevo remontándose en una melodía expresiva y apacible a la vez. Eran unos maitines especiales, de otro gregoriano distinto, menos alado y espiritual, pero muy humano. Es como si aquel saxo me hablara, su ritmo, sus tonos, eran como una conversación musical a la que contestaba en silencio mi ánimo. Una grata sensación.

Luego sonaron , impertinentes, las 8. Tan sólo escuché el apunte de las noticias: Chirac que lamentaba que sus servicios secretos hubieran filtrado una supuesta muerte, de Bin Laden, las eternas declaraciones de los ‘unos’ y los ‘otros’ sobre el famoso ‘proceso’, y una referencia a la “Noche Blanca” madrileña. Tan sólo esta noticia me interesaba un poco, saber que aún nos queda la Cultura abriendo sus puertas y dando acceso libre a una población que está harta de los mismos discursos, de las eternas peleas y puede respirar por unas horas de auténtica libertad. Si hemos nacido para vivir en toda su honda, cruda, exaltada, dolorosa, viva, enternecedora, desolada, angustiosa, apasionada, escéptica dimensión, ¿por qué se emperran algunos en encajonárnosla en la estrecha mezquindad de sus propios intereses?

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Comentando tu última frase te diría que para algo tenemos nuestra voluntad y capacidad de discernimiento, para desencajonar la imagen de la vida que nos quieren imponer unos pocos. ¡Que viva el libre pensamiento! Ejerzámoslo con todas las consecuencias.

;-)

PD: En otro orden de cosas, te confieso Julio que he tenido que leer dos veces el título de esta entrada, pues en principio leí: "Maitines: sólo de sexo"
Uffff, va a ser el cambio de estación... ;-)
Douce ha dicho que…
:-) No está mal el otro 'orden de cosas'. No hubieran estado mal esos otros maitines, pero mejor un dúo que un solo.

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