Yo temiendo la muerte... y ella preocupada por su césped

He leído un poco por encima las primeras respuestas que la joven austríaca Natascha Kampusch, secuestrada por un paranoico, ha hecho a la prensa. Hay infinidad de detalles sobre los que reflexionar en la variedad de emociones que ha podido experimentar esta chica durante sus ocho años de secuestro. La leeré más despacio y trataré de entrar, aunque sé que apenas rozaré la superficie, en el conjunto de vivencias que haya podido sentir. Creo sin embargo que es un buen tema de reflexión sobre la capacidad de supervivencia que podemos llevar dentro y pensar que, a pesar de que atravesemos momentos difíciles, tan sólo son una parte de lo que podríamos soportar, por terribles que nos parezcan.

Sólo he seleccionado un hecho, pequeño, pero que a mí me ha parecido significativo. Cuando temerosa de que su raptor pudiera darse cuenta de su huída y corriera tras ella para quizá acabar con su vida, llama a la puerta de una señora que por supuesto no la deja entrar en su casa , por más explicaciones que la joven le da y ni siquiera le deja utilizar el teléfono para llamar a la policía. En esos momentos de angustia en que la chica trata de explicar a la mujer que ambas pueden ser víctimas de un loco en lo único que piensa la interpelada es en su mínimo jardín
- "Pero a pesar de ello, a la mujer le preocupaba sobre todo que yo no pisara la pequeña parcela de césped de su casa"
Así es este mundo de recelos y de diminutas 'posesiones' que vivimos. Un trozo de césped propio por una vida.

Comentarios

Entradas populares