Douce al habla

Soy Douce, buenas tardes.

Heme aquí para poner una nota de juventud y si es posible de alegría en este blog cada vez más lúgubre, triste y cadavérico. Si no intervengo yo con mi frescura de perrita minifaldera , jovial y juguetona, los visitantes de esta bitácora huirían cual pájaros espantados por tanta melancolía , tanto recuerdo, tanta nostalgia.

Yo soy una perrita del siglo XXI , contenta de vivir en este siglo, feliz de revolcarme en la hierba o en la playa en mi sensual desnudez. No leo los periódicos, ni asisto a esa perdida de tiempo que son los debates que se traen, porque yo distingo perfectamente los galgos de los podencos, al fin y al cabo son amigos míos. Expreso mis emociones con toda la naturalidad , y no me planteo en qué parte de mi cerebro residen : si siento miedo ladro, si siento ganas de salir ladro también, pero de forma diferente; cuando tengo hambre como, y si no la tengo, como también. Descanso cuando me apetece, duermo en el sitio que más me conviene, cuando quiero que me acaricien no me corto un pelo y ofrezco todo mi cuerpo para que me manoseen, porque me gusta. Cuando estoy contenta lo expreso de mil maneras, mi voz – sí mi voz, porque en esos casos no ladro, es un aullido especial que indica mi contento – erizo mis orejas, correteo nerviosa, muevo el rabo. Todo mi cuerpo expresa libremente su alegría y su bienestar.

Me siento plenamente feliz de la vida que me ha tocado, no maldigo de nada ni de nadie, estoy contenta de encontrarme con mis amigos y si alguno no me cae bien , sencillamente lo ignoro por muy guapo que se crea. No hay líos ‘rosa’ entre nosotros porque me parece lo más vulgar, nuestras relaciones van por lo claro y directo, nada de malos rollos, venta de exclusivas, puyas como lanzas. Si hay que ladrar, se ladra, a las claras, y todo termina sin rencores ni malos rollos.

No siento gana ninguna de ser hombre o mujer, no los envidio para nada. La verdad es que no sé porque quiero tanto a uno de ellos, que no sé si merece mi cariño. Pero es que soy así, me llamo... DOUCE

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