¿Cambiar de vida o cambiar de cama?

A mí, esto de leer el periódico me produce alternativamente irritación reprimida y a veces, alguna satisfacción que otra. Creo que más de lo primero que de esto último, como ustedes perspicazmente van notando.

Esta mañana lo que ha suscitado mi contra reflexión es un ‘editorialín’ de una ilustre periodista regional, con algún carguete y cuyo nombre no mencionaré. Advierto que la ‘opinadora’ en cuestión está en su perfecto derecho de manifestar lo que siente , lo mismo que yo al hacer estas acotaciones al margen. Vaya por delante el periodístico titular de su artículo: “Vuelta a la rutina y a las buenas intenciones”

- Empieza diciendo: “Los niños han vuelto a clase y en la calle se respira el retorno a la rutina del otoño, la rutina nos envuelve cálidamente...”
Poético, ¿no?. Pienso en los y las que reciben a los que vuelven y la rutina ‘caliente’ que va a ‘envolverles’ ‘abrazarles’ y hasta asfixiarles un poquito. No sé tampoco a qué les olerá la calle , quizá a un respirar 'hasta mañana'.

- “Es el momento de coger lápiz y papel y apuntar las buenas intenciones”.
Eso ya va en gustos y depende del que coge el lápiz o ya ni apunta, escamado. Personalmente, hace tiempo que dejé de llenar el bloc de las buenas intenciones, para no sufrir después la decepción y las deudas de no haber hecho nada de lo prometido. No sé por qué, la única buena intención que me parece válida, es tratar de ser uno mismo un poco cada día. No entiendo bien por qué hay que esperar a este artificio de las estaciones.

- Las tres cosas que enuncia a continuación son las siguientes:

• "En primer lugar, hay que volver al gimnasio o a las sesiones de Pilates..."
• "En segundo, intentar acabar el libro que nos llevamos en la maleta cuando fuimos de vacaciones..."
• "En tercer lugar, revisar los armarios para ver que ropa debemos retirar y la que todavía podemos aprovechar".

- Últimamente estos nuevos santuarios del culto al cuerpo, ya sea para desarrollar bíceps y pectorales; achicar la barriguita, limar un poco el culete y las pistoleras y acudir a consultar al tal Pilatos, están a tope. No sé cómo hemos pasado toda una vida sin culturistas, gimnastas, saunas , yakuzis y todos esos aparatos donde te mueven las piernas y no avanzas, levantas pesas y te deslomas y demás cuidados para el body.

- Lo de los libros ya me parece un tópico, lo raro es que se coja un libro de verano, cuando no se coge ni uno durante el año. Además para eso están las ofertas de esta época: cursos de idiomas, memoria histórica, segunda guerra mundial, el mundo del macramé, y los clásicos en piel de cabritilla.

- Lo de la ropita, bueno vale, pues vaya. Dependerá del ‘fondo’ que tenga el armario pero de eso me informa mejor Josemi Rodríguez-Sieiro que de armarios parece que sabe mucho.

- La última recomendación al alma es la siguiente: "Cambiar de vida. Procurar llenar nuestro tiempo de ocio, conocer gente nueva, redecorar nuestro hogar con una visita a Ikea".

Tomo nota , porque esto es precisamente lo que yo andaba buscando y me lo ha puesto muy fácil, resulta que ‘cambiar de vida’ es más o menos como pasarse por esas tiendas de nombre lapón o lo que sea, IKEA, y comprarse una cama muy bajita, muy ancha y muy simplota. Esto es lo que verdaderamente me ha animado. La duda está en qué hacer primero, si cambiar antes la cama y la mesita, o cambiar primero de vida y luego pasarse por la tienda para descansar en paz.