Douce echa cuentas

Buenas tardes, soy Douce, la becaria de esta bitácora, cuaderno de ‘aborde’, blog, o cómo quieran llamarlo. Algunos visitantes de esta isla se habrán dado cuenta de que mi presencia epistolar en este blog ha disminuido últimamente, cuando he sido yo la que en momentos bajos, he sacado este barco a flote.‘Sic transit gloria mundi’, que decían los clásicos y que traducido libremente más o menos quiere decir, ‘si te he visto no me acuerdo’. Así se darán cuenta de cuánta puede llegar a ser la ingratitud humana, o sea de los hombres. Y empleo aquí, adrede, la palabra ‘hombre’, en un sentido nada genérico, sino en su acepción más restrictiva: el hombre, varón.

Como fémina - perra , pero muy femenina - he de subrayar este egoísmo propio del varón que tiende a utilizarnos, servirse de nuestro cariño, de nuestro paciencia y aguante, utilizarnos en su propio provecho, y cuando entiende que ya no le servimos para sus oscuros fines, se olvidan de nosotras o, a lo sumo, nos relegan a un segundo plano. Así aparecen ellos en primer plano que es al parecer el que les gusta, inseguros como se sienten si no están en el ‘candelabro’ , como decía nuestra entrañable ‘Mazagatos’. (Ahora que lo pienso, nunca me había dado cuenta de lo expresivo de su apellido. ¿Existirá también alguna o algún ‘Mazaperros’?

Bueno, ya me he liado como siempre. No sé por qué este exordio tan largo si de lo que yo quería hablar era de otro asunto. Pero al menos queda constancia de mi descontento ante cierto ‘abandono’ emocional por parte de mi papá, so pretexto que últimamente está muy ‘atareao’ y que no dispone de tiempo para mimarme como me mimaba. El segundo motivo de mi intervención en este cuaderno de bordo del Náufrago es para mostrar a la luz pública sus nulas cualidades como economista, su incapacidad para sumar, restar , ya no digo multiplicar, hallar tantos por cientos y extraer raíces cuadradas. Y esto es fundamental para una apañada gestión de la cosa doméstica de la casa.

Ahora que está solo, es incapaz de calcular un poco lo que cuesta la cesta de la compra, la subida del pollo, el pan, los huevos, la carne y otros productos… Es un completo inútil y soy yo la que tengo que asesorarlo porque sino el presupuesto jubilar se nos va al carajo. Esta mañana, sin ir más lejos, le acompañé a comprar el pan. La barra normal que costaba 68 céntimos, resulta que de la noche a la mañana, más bien de la mañana a la misma mañana, ha alcanzado la no despreciable cifra de 75 céntimos. Y ahí empezaron sus apuros, porque como ya he dicho, lo de la aritmética nunca ha sido lo suyo. Tuve que calcularle el ‘ipecé’ o tanto por ciento de la subida para que se enterara de que era más del 10% - si mis matemáticas tampoco fallan-. Como lo del euro todavía no lo tiene muy asimilado y él sigue viendo las ‘realidades económicas’ en pesetas, tuve que traducírselo para que se diera cuenta de que casi eran 12 de las antiguas ‘pelas’. Es la única manera de que ‘visualice’ el aumento. Luego le indiqué que tendría que multiplicarlo por 2, dos barras, con lo cual su merma adquisitiva sobrepasaba las 23 rubias. Como es corto de ‘vista’ económica y no maneja eso de los cortos, medios, largos plazos le sugerí que multiplicara por 30 para que ‘viera’ lo que suponía a su pensión mensual. Le hice de memoria el cálculo para que se diera cuanta de que eran casi 700 cucas.

Me dio las gracias por mi visión económica de la cosa de la casa, pero aún así, dudo de que haya comprendido el tanto por ciento de la merma económica de su escuálida pensión. No tiene remedio, seguirá en la luna. Menos mal que no será la de Valencia, porque ahora anda aquello un poco oscuro. Tanto como su porvenir económico si no le asesoro yo un poco.

Hasta la próxima,

...la amante, la confidente, la becaria, la economista, la asistenta, la secretaria de esta isla. DOUCE