Los cromos

UN MUNDO PARA NIÑOS MAYORES

Toi le frère que je n'aurais jamais
Je suis moins seul de t'avoir fait
Pour un instant, pour une fille
Je t'ai dérangé, tu me pardonnes
Ici quand tout vous abandonne
On se fabrique une famille

Maxime Le Forestier

Mirándolo bien, el Náufrago siempre ha encontrado en el juego, en la creatividad, en el mundo de la imaginación el tubo de escape, la salida, el punto de compensación y de equlibrio cuando las circunstancias lo han requerido. Su infancia, por diversas circunstancias familiares, sociales o simplemente por la atmósfera general que reinaba en aquellos años oscuros de miseria, de mandamientos de toda clase, de reglas y prohibiciones, no podría decirse que fuera la más propicia para un desarrollo emocional medianamente aceptable.

Un innato instinto de supervivencia le llevó a vivir en la calle el mayor tiempo, enfrascado en mil juegos. Entonces la calle era la verdadera ‘casa’ para muchos niños, las casas en general no estaban hechas para ellos. Las familias numerosas, la ausencia de incentivos que pudieran retenerlos, sin televisiones, ni ordenadores, ni juegos, escasos programas de radio que escuchar, hacía que los niños de aquellos años vivieran en la calle, vivieran la calle. El Náufrago era un niño absolutamente feliz fuera de casa al igual que se aburría soberanamente en las iglesias, o en algunas clases, aunque no todas. El Náufrago no se sentía a disgusto en la escuela. Tenía amigos, había un patio inmenso por donde correr y practicar toda clase de juegos. Había dependencias, clubes, para jugar al ping pong, al billar o leer libros.

En casa, debía buscar el momento y el rincón adecuados para leer, a escondidas, tebeos o los libros de Salgari , ‘fabricar’ jugadores o ciclistas con las chapas de las botellas de Orange, pelotas con garbanzos sin ‘pico’, guardar sus canicas, coleccionar cromos…

Hoy, el Náufrago ha vuelto a enlazar con ese mundo y ha empezado a completar su colección de cromos de ‘The Simpsons’. Ha querido revivir aquella emoción de ir pegando cada cromo en su sitio. Quizá eche de menos alguno de los alicientes de aquellas colecciones de niño. Aquí no podrá elaborar listas con los cromos ya adquiridos, con los que le faltan o los que tiene ‘repe’. En aquellas colecciones siempre había algún cromo que no ‘salía’ y otros que se repetían en exceso. En esta ‘colección’ está todo más controlado, quizá demasiado. No podrá meter en el bolsillo, sujetos con un elástico, los cromos que pudiera intercambiar con los amigos, no aparecerán cromos repetidos, no echará en falta ése que no 'sale' nunca...

Pero no importa, el Náufrago ha descubierto un mundo abierto en el “Manual de supervivencia en el colegio” de Bart Simpson. El abigarrado e interesantísmo mundo de la “Spingfield Elementary School”, donde Bart, sus profes, sus amigos, los papás y las mamás de sus amigos, Otto, el conductor del autobús que le lleva a la escuela, los amores de la señorita Krabappel, su profesora de 4º curso, las iras del Director Seymour Skinner de vida secreta dominado aún por Agnès, la madre autoritaria y superprotectora. Todo un mundo en el que se adentrará gustoso de la mano experta de Matt Groening. Su humor, su sátira, la vida de la Springfield School y sus personajes serán a ratos el mundo en que se refugie y reviva.

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