Limitaciones

NOCTURNO

Ya va siendo hora de que el Náufrago confiese sus infinitas carencias. Una de ellas es la de no saber apreciar, en su medida, los valores poéticos que los entendidos premian. Seguro que la galardonada Olvido García Valdés, a la que recientemente se le ha otorgado el “Premio Nacional de Poesía”, es merecedora de ese estimado premio. Leo los elogios con que los expertos ensalzan su obra y debo creerles. Ellos entienden de poesía y yo no. Pero sin embargo, sigue habiendo poetas que sí me ‘dicen’ algo y otros que no consigo que me remuevan por dentro. Me pierdo un poco entre las palabras sin que lleguen del todo a conmoverme.

Pienso entonces que soy un inculto poético, un insensible… Pero luego reparo que algo se revoluciona en mí cuando leo a otros poetas de los que me siento más próximo. En otros tiempos sentiría vergüenza. Ahora, no es que me enorgullezca de mi incultura, pero he aprendido a convivir con ella. Proclamarla, si es preciso. A lo mejor es el camino para salir del impasse.

Voy a releer este poema del último libro de la autora recién premiada. Lo releeré varias veces hasta ver dónde llega mi capacidad de sentimiento y sintonía. Si no lo consigo, admitiré, sin más, mi limitación. Hay tantas...

EL RECORRIDO DEL SOL CUANDO CAE...

el recorrido del sol cuando cae
la noche, el recorrido
de la noche, hacia dónde
va llegando, mirar
lo conocido como signos
que son y ya no son, un aceite
de estar, representar
su hueco,
desplazados miramos
como si fueran los otros
siempre a estar ahí y de
pronto no están o no estuvieran
De "Y todos estábamos vivos" (Olvido GARCÍA VALDÉS)
Foto: EFE

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