De lo que acaesció en la Villa y Corte un jueves...

ALMUERZOS Y COTILLEOS EN LA CORTE DEL REY JUAN CARLOS

Un Náufrago, que por definición no entiende demasiado de protocolos pero algo sabe de elemental discreción, aunque no frecuente mesas reales, ‘alucina en colores’, como dicen los jóvenes de ahora, con los cotilleos que ayer y hoy publicaban dos periódicos.

Parece ser que todo sucedió, según cuenta las crónicas y algunos ‘cronistas’, durante el almuerzo real que tuvo lugar el 11 de octubre, víspera del 12- O. Diez eran los comensales que se sentaron alrededor de la Mesa Redonda real. (Véase gráfico nº 1 de M.Vaquero/El Mundo)

Parte de lo que allí se habló ha sido objeto de comentario y de distintas versiones en dos de los principales periódicos de la Villa y Corte. En ellos se habla, con frases entrecomilladas, de irritaciones Reales y ‘mediaciones’ presidenciales. Pero dejando eso de lado, que para eso están los periódicos y aprovechan para arrimar el ascua a las sardinas correspondientes, lo que más sorprende a este Náufrago medio salvaje, es la ligereza de lengua de alguno o algunos comensales que nada más levantarse de la mesa abrieron el pico comentando lo sucedido.

En su incultura, el isleño daba por sentado que cuando es invitado a una mesa, y más, si es una mesa Real, uno está invitado de paso a la discreción, al respeto a todo lo que allí se hable, discuta o diga. Pues parece ser que no. También por esas alturas o bajuras, la plebeyez y el marujeo tienen tarjeta de invitación. El periodista que transcribe palabras ‘textuales’ del Rey, de la Presidenta, del director de le RAE, del embajador argentino o el esponáneo “Esto es vicio”, a la hora de los postres, del veterano escritor Francisco Ayala, alude a “testimonios recogidos”, “llamadas realizadas” que alguno de los aludidos desmiente.

La pregunta que la gente de la calle puede hacerse, o por lo menos desde la isla se hace. es: ¿Quién o quiénes fueron los alcahuetes? ¿Cuántos ‘revillas’ acuden a las citas reales? ¿Por qué alguno de los aludidos responde irritado: “Nadie puede poner en mi boca las palabras que me atribuye porque a mí no me ha llamado nadie. Algunas cosa que he oído son surrealistas ” Se diría niños cogidos en un renuncio que se apresuran a decir: “señor maestro, yo no he sido. Habrá sido Pepito, o María o José Luis…”

A este paso los “Aquí hay tomate”, las “Salsas rosas” o como quiera que se llemen ahora los programas de marujeo y vísceras, van a quedarse cortos en esto del despelleje.

¡¡Paíssss!!
---------------------------------
Propuesta de Juego:
  • Acérquese el dedo índice de la mano derecha a la parte de la pantalla en que aparece el gráfico.
  • Ciérrense los ojos y haga girar el dedo en el sentido de la agujas del reloj.
  • Después de dar varias vueltas, deje quieto el dedito porque sino va a ensuciar la pantalla.
  • Abra ahora los ojos y vea en qué comensal se ha detenido.
  • Envíe el nombre del señalado a cualquiera de los periódicos de su gusto. (En su defecto, puede enviárselo al Náufrago y daremos el nombre del marujo o maruja para que aprenda a cerrar el pico)
  • El agraciado recibirá un ejemplar del " Manual del perfecto invitado a un almuerzo real, postre incluido"

(Nota: el Náufrago ha realizado de verdad el juego y le ha salido un nombre que empieza por... Ahora no lo digo, acabo de leer el Manual)

Documentación :
El Mundo
El País

Comentarios

Entradas populares