Cécilia o el coraje de vivir

El periódico francés “L’Est Républicain” ofrece en exclusiva una entrevista realizada a Cécilia Sarkozy - o Cécilia Ciganer-Albeniz actualmente, lleva en su nombre y en su sangre aires de rebeldía e independencia. A las preguntas del periodista Yves Derai, cuenta con claridad lo que ha guardado en silencio durante estos dos últimos años. Se siente en deuda con sus conciudadanos y consigo misma: “Je pense que je dois expliquer les raisons de mon choix aux Français”.

Si las resumiéramos quedarían más o menos así:

  • “Ése no era mi sitio. Ya no lo era.”
Cécilia es alguien que, por encima de todo, no se siente a gusto en el escaparate de la vida política a la que le obligaba su condición de esposa de un Presidente: “je suis quelqu'un qui aime l'ombre, la sérénité, la tranquillité”. Su marido ha llegado al lugar que le correspondía, según Cécilia, pero ése no es su sitio. “Mais moi, je pense que ce n'est pas ma place ». Ése ya no era su sitio.

Trabajó al lado del que fue su marido, pero « yo no he sido elegida y no tenía ninguna gana de ser elegida. Es una de las razones por las cuales no era mi sitio”, insiste en este punto que parece ser una de los motivos por los que ha puesto fin a un ciclo de su vida.

  • Puede llegar un momento en que “La vida de pareja ha dejado de ser lo esencial de vuestra vida”
Para ampliar las razones por las cuales ha decidido no seguir viviendo en pareja, explica al periodista que no es nada extraordinario “Le ocurre a millones de gente. Un día te das cuenta que no ocupas tu sitio en la pareja: Le couple n'est plus la chose essentielle de votre vie, ça ne fonctionne plus, ça ne marche plus.Las razones resultan inexplicables, les pasa a mucha gente. A nosotros nos ha pasado »
  • “Hemos probado todo, todo. Pero, sencillamente, ya no era posible”
Cécilia confiesa que, como personas que tienen cierto número de principios, han tratado de reconstruir su familia, hacer de ello una prioridad. La familia ‘recomposée’ de la que los franceses habían hablado. “Hemos tratado de darle la prioridad, pero ya no era posible”.

La crisis no se produce de la noche a la mañana. Comenta las diferentes ausencias en las diferentes ceremonias oficiales, trata de explicar ‘que hay momentos de la vida que uno se siente mejor que en otros, son crisis que pueden ocurrir a cualquiera’, pero una de las paradojas de su posición que ella rechaza es “esa obligación de tener que aclarar el hecho de que necesito vivir tranquilamente, oculta”
  • “El enigma Cécilia” no exite
“No hay ningún enigma, ningún misterio. Sólo hay una pareja que atraviesa una crisis que trata de superar y no lo consigue. Hay en mí mucho pudor para querer mostrar eso en un escaparate, hablar a la prensa, explicar cosas que en realidad a nadie interesan."
  • Hago las cosas sin pensar en las consecuencia mediáticas”
Así explica su decisión de viajar hasta Libia para liberar a las enfermeras búlgaras y al médico palestino. Un día el secretario general del Elíseo le dijo “Me voy a Libia”, ella simplemente le dijo: “Te acompaño”. Estudió el dossier en el avión y se dijo “vamos a intentarlo”. Pasó más de cincuenta horas hablando, negociando, discutiendo: “Il fallait y mettre toute sa volonté, tout son coeur, toute sa rage. J'y suis parvenue et je suis très contente. Je n'attendais rien en retour... » . En ningún momento pensó en las consecuencias mediáticas ni en las explicaciones que ahora le piden. “ Lo hice con una finalidad humanitaria. Es todo”

  • Propósitos: “Voy a concentrarme en mi familia. Después me proyectaré en el futuro”
Se pasa la página: “ No quiero vivir con relación a mi pasado. No me gusta vivir entre escombros. Es muy difícil, es normal visto el contexto y lo que está en juego. Pero nunca me arrepiento de mis decisiones” Recuerda que de pequeña cuando terminaba un dibujo, se olvidaba y empezaba otro. “Así que he cogido mis pinceles para pintar una nueva historia
  • Cécilia y los ‘otros’ .- “ Nicolas es un hombre de Estado

Ni una queja para quien ha dejado: “Pienso que Francia lo merece y que él merece esta Francia. Me siento orgullosa y feliz por él”. Sobre el papel que ella haya podido jugar se limita a decir que ha sido para él una especie de corta fuegos, pero que él no necesita cierto tipo de ‘consejos’. “Tengo una mirada más fresca y más exterior de las cosas” que la que puede dar la política, porque nunca le ha interesado ni esperaba nada a cambio.

Con la misma sinceridad reconoce que “en 2005 encontró a alguien. Me enamoré y me marché. Quizá precipitadamente dado el contexto mediático en que vivía en aquella época. Quise comportarme correctamente y regresar para tratar de reconstruir algo, volver a los principios a los que estoy acostumbrada, en los que he sido educada”

  • Reflexiones finales
  • Hasta aquí unas declaraciones sinceras, sensatas. Nadie más que ella tiene derecho a juzgarlas.
  • ¿Se imaginan qué hubieran hecho aquí esos buitres de los hígados, los corazones y las vísceras, con plato tan suculento para sus afilados dientes?
  • Tomen nota las ‘feministas de cuota’ de cómo se puede ser mujer, mujer, y no perecer en el intento. No hacen falta proclamas. Lo importante son los hechos
  • El Náufrago no puede decir más que: “Cécilia, chapeau!”

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Fuente: "L'Est Républicain"

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