Los 'porqués' del Náufrago

QUE PAREN ESTO, QUE ME APEO


Esta mañana, desde que se levantó, al Náufrago no han dejado de asaltarle las preguntas. La verdad es que se pasa el día preguntándose cosas. Lo que ocurre es que no tiene nadie que le conteste.

Recordaba por ejemplo el titular que había leído ayer en una revista: “Las mejores ideas se me ocurren en la bañera”, decía Alan Greespan que debe ser un gurú en esto de la economía. La pregunta que el Náufrago se hacía era la siguiente:



  • “¿Por qué si a don Alan y a mí se nos ocurren las mejores ideas en el mismo sitio, él resuelve el problema de las bolsas, amortigua crisis económicas o sabe cuándo se debe ‘inyectar’ dinero…y a mí no se me ocurren más que ‘paridas’? Está claro que el problema no reside en la bañera o aledaños.
Otra pregunta que le asaetea el alma:
  • ¿Por qué si va a llenar el depósito del coche a Carrefour: se oye una voz femenina que casi grita: “ Ha escogido usted gasolina súper de 95 octanos…” ¿Qué coño le interesa al señor que está al lado la gasolina que yo uso?
Además no acaba de entender que para ahorrarse dinero en empleados, hayan suprimido aquellos amables gasolineros de antaño, que además de servirte la ‘super’ sin dar voces, te limpiaban el parabrisas de todos los mosquitos y otros insectos caídos en el campo de batalla de cristal y si venía al caso, hasta te hinchaban las ruedas . Ahora, además de tener que servirte, ponerte perdido de carburante si no sabes meterla, la manguera, tengas que depositar el dinero o la tarjeta en una bandeja que entra y sale, firmas, recoger el comprobante. Para colmo tienes que hablar con el empleado, a través de una ventanilla llena de agujeros como si fuera un pariente al que le han metido en el trullo. No encuentra respuesta.

-El Náufrago se sigue preguntando,
  • ¿Por qué si vas a una piscina, un gimnasio, un centro de rehabilitación, una sala de espera tiene que haber música de cualquier cadena de radio, que puede gustar al que lo programa, pero que molesta a muchos visitantes? ¿Es que acostumbrados al ruido, incluído el musical, se nos hace ya insoportable el silencio? ¿Tan poco nos soportamos a nosotros mismos, si no nos arropan con algo parecido a la música?
  • ¿Por qué echamos de menos las cosas que creemos que nos faltan , y no echamos de más, las muchas que nos sobran?
  • ¿Por qué el Náufrago se hace preguntas tan estúpidas si a los demás les da lo mismo lo que él piense, lo que él añore o le disguste?
  • ¿Por qué tanto porqué si no va a encontrar el ‘porque…”?

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Y, y, y ..... ¿y "poqué"?
Anónimo ha dicho que…
¿Dónde, cuándo y a quién habré yo oído esa pregunta insistente?

Déjame que me acuerde...

¡Ah, ya lo tengo!
Anónimo ha dicho que…
El náufrago en su isla piensa, escribe, pregunta, siempre buscando, siempre esperando, pero no hay nadie, sólo el mar impasible.
Entonces, a veces, muy despacio, muy lejos, ve pasar otra isla, otro náufrago, pensando, buscando, ¡no está solo!
...quizá el mar está lleno de náufragos, tan solos, tan lejos...
...quizá no...

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