Vidas Maestras

De vuelta a casa, además del correo propaganda, las notas del banco y algún que otro escrito semejante, me he encontrado una carta muy ‘atenta’ de mi ex-Consejera de Educación, felicitándome por mi nuevo ‘estado’ y entonando toda clase de loas a mi labor, en una “profesión de tan alta dedicación personal”. Al mismo tiempo solicita una reseña sobre la “experiencia acumulada” para que sirva de estímulo y acicate “al resto de profesionales que trabajan en el ámbito educativo y para la sociedad en su conjunto”. Y de este modo “reconocer expresamente el valor de su experiencia y ofrecerlo públicamente al conocimiento de los profesionales y de la sociedad.”

Con este testimonio y el de mis compañeros de jubilación, el ‘Centro de Recursos, Interpretación y estudios’ dependiente de la Consejería, editaría un libro titulado “ Vidas Maestras” cuya presentación coincidiría con “con los actos institucionales conmemorativos del Día del Docente, efémeride en la que espero saludarle personalmente.”

Durante mis más de cuarenta años como profesor, sólo he recibido una carta de un representante de la Administración y no precisamente para felicitar las pascuas. Se trataba de una carta que, aunque no dirigida directamente al Departamento del que era responsable, sí le afectaba en parte. A esa carta contesté en su momento indicando a la Inspectora que la remitía, cuantas observaciones me parecieron oportunas. No hubo respuesta, porque yo tampoco la solicitaba.

Durante todos estos años ningún inspector o similar ha visitado las aulas para interesarse por la labor que estaba realizando o simplemente para conocer el ambiente de las clases. Ningún escrito o palabra de interés o de apoyo a la labor que hacen todos los profesores. Tampoco es que, personalmente, lo haya echado de menos . Mi compromiso me ligaba fundamentalmente a los alumnos, y a sus padres cuando quisieron acercarse para interesarse por ellos.

No conozco personalmente a doña Rosa Eva Díaz Tezanos, autora de la carta, ni tendré el gusto de saludarla personalmente como anuncia en su misiva. No se trata de ningún desplante, es una simple cuestión de carácter. Por mi natural, huyo de todo tipo de ‘homenajes’ póstumos y protocolarios.En cuanto a lo del ‘escrito’, si digo lo que pienso, tampoco veo el valor que pueda tener mi testimonio. Esa labor no se ‘aprende’ leyendo Vidas, por muy Maestras que sean. Además, y esto es una opinión muy particular, no sé cómo podría ser útil “al resto de profesionales que trabajan en el ambito educativo y para la sociedad en su conjunto” como dice la carta si los ejemplares de esa publicación sólo llega a los autores y un ejemplar a los directores de los Centros. Al menos ésa es mi experiencia, porque supe de la existencia de esa publicación un día, que por casualidad, lo vi encima del despacho del Director de mi centro.

Por todas esas razones y alguna otra que no cito, no escribiré mis ‘Memorias’ pedagógicas. Les aseguro que nadie perderá nada con ello. Como decía el viejo Catedrático, en circunstancias como éstas: “Converso con el hombre que siempre va conmigo / mi soliloquio es plática con ese buen amigo / que me enseñó el secreto de la filantropía.”

Comentarios

JM Campo ha dicho que…
Julio,
Mándale un enlace a este blog. A lo mejor hasta se pasa por aquí y aprende algo.
(Genial la cita de Machado como coda a tu artículo.)
Anónimo ha dicho que…
Gracias, José María, por visitar esta isla. Siempre es grato oír las voces de los amigos que aún pelean, con entusiasmo, por una labor que hacen a gusto, a pesar de las 'indiferencias', los formalismos administrativos y otros perendengues...

Ahora, que he pasado a mejor 'Vida' :-) siento más admiración por los que seguís en la brega, en varios frentes: Administración, padres, alumnos, abuelas de los alumnos y demás fauna ibérica.

Me vas a permitir que desoiga un poco tu consejo. No enviaré el enlace a la señora Tezanos. En el fondo, y a pesar de las buenas palabras y de su cargo, nunca ha conocido la vida de las aulas y no sé si le interesan demasiado estas 'Vidas Maestras' una de cuyas finalidades finalidades parece ser la de poder regalar un ejemplar del libro, cuando "la Infanta Elena y la ministra de Educación" visiten algún 'stand' en "el Salón Internacional del Estudiante ‘Aula 2007’ " donde la Consejería muestre 'sus' logros.

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