Pancartas y trincheras

• "Decenas de miles de personas se manifiestan en Madrid contra la negociación con ETA"( El Correo)
  
  
• "Miles de personas exigen la "derrota" de ETA entre gritos contra Zapatero" (El Faro de Vigo)
  
  
• " ......., ?????, ..........¿¿¿¿¿...." (Gara)
  
  
• " Foro Ermua: 'Zapatero no quiere la unidad de los españoles contra ETA' " (El Mundo)
  
  
• " Miles de personas marchan contra la negociación con ETA" ( El País )
  
  
• " Masiva manifestación en Madrid contra la negociación con ETA " (El Periódico de Catalunya)
  
  
• " La Comunidad de Madrid cifra en millón y medio los asistentes a la marcha del Foro Ermua" (La Razón)

Pues qué quieren que les diga, no me gusta ni la guerra de las cifras, ni estos titulares, ni las consignas oídas, ni las pancartas. Ni me gustan los que hablan de “buena” y “mala” fe, ni me gustaron los que jugaron con los eslóganes en la manifestación de los ‘otros’. No me gustan NADA las trincheras que día a día están, estamos cavando.

Todos sabemos cómo se ‘dialoga’ desde las trincheras y no son precisamente los diálogos de Gila. Estas manifestaciones, todas, me producen una íntima tristeza y rabia y desazón. Me irritan los himnos nacionales que se entonan como en las guerras , odio que se utilicen las banderas. Cuando nos tapamos detrás de una pancarta o de un eslogan es que hemos perdido la confianza en la palabra, es que nos sobra odio y nos faltan las palabras.
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Y para quitar el mal sabor de boca, perdonen que me ponga ‘un Gila’ :

... Me senté en un banco, con un soldado que no mataba porque estaba de luto, y cuando abrieron la guerra entré, pregunté por el comandante y me dijeron que no estaba porque había iado a comprar tanques y albóndigas para el ejército, así que me esperé, y cuando llegó el comandante le dije:
- "Que vengo por lo del anuncion del periódico, para matar y atacar a la bayoneta y lo que haga falta". Y me preguntó:

- "Tú qué tal matas?"

- "Yo flojito, pero cuando me entrene voy a matar muy deprisa".

- "Traes cañón?".

- " Yo creía que la herramienta la ponían ustedes".

- " Es mejor que traiga cada uno el suyo, así el que rompe paga".

- "Yo lo que traigo es una bala que le sobró a mi abuelo de la guerra de las Filipinas. Está muy usada, pero lavándola un poco...". Y dijo el capitán:

- "Y cuando se te acabe la bla ¿qué?".

- "La ato con un hilo, disparo, tiro del hilo y me la traigo otra vez".

-Y dijo el comandante: " Y si se te rompe el hilo, pierdes el hilo y la bala".

- "Lo que puedo hacer es disparar, ir a buscar la bala y traerla otra vez". Y dijo el teniente:

- "Es que no vamos a estar pidiéndole una tregua al enemigo cada vez que tengas que ir a buscar la bala. Además, esta bala es muy gorda para los fusiles nuestros". Y dijo el sargento, que era bajito por parte de padre:

- "Pero limándola un poco...". Y el teniente le llamó imbécil y le arrestó seis días de calabozo por tonto.