Cómo escribe mi papá.

(Crítica estilística de DOUCE, Correctora de estilo)

Ya va siendo hora de que alguien le diga algo al señor que escribe en esta bitácora y creo que la más indicada es una servidora, que come, duerme , pasea, etcétera con él. En el 'et coetera' pueden poner lo que a su imaginación le plazca, (me refiero a la imaginación de ustedes)

Vamos al grano. Él dice que escribe porque le sienta bien, porque puede echar pestes contra lo que no le gusta y le sirve para expresar algunas , sólo algunas , de las cosas que le pasan. A veces también se permite jugar un poco con las palabras, cosa que le encanta porque , a pesar de su porte serio, cara de guardia civil, modales educados , en el fondo es aún un niño juguetón como aquel que se pasaba las horas muertas jugando a las canicas, al tirable, al aro, al billar o el ping pong , en los Kostkas... Porque en aquellos tiempos, según cuenta, el lugar de los juegos era la p... santa calle, el parque de San Francisco , los billares del Prior o los más recomendados familiarmente de la OJE, los Maristas o los Kostkas. Como comprenderán, a mí esas cosas me suenan a entes etéreos de otros planetas, otras galaxias o cualquier cosa que suene a muy lejano.

O sea que , resumiendo, para él el escribir es un juego , un desahogo, un modo de expresarse en el más hondo , extenso y sentido etimológico de la palabra "ex-primere", extraer, echar fuera lo que está 'preso', aprisionado. Y aquí le esperaba yo, cual perrita que ve saltar a la liebre, porque mi papá cuando escribe, escribe un poco a borbotones, como si fuera un grifo que se abre de repente y en lugar de llenar adecuadamente la jarra o el vaso lo salpica todo. Mi papá no se da cuenta pero escribe embarulladamente, repite cosas, se arma tacos, se extiende demasiado para decir lo mismo, no corrige, no sabe puntuar, a veces hay que leer dos veces lo que escribe para entender lo que quiere decir, se come palabras, comete faltas de ortografía, cosa que a veces le avergüenza y le pica su amor propio, empieza una frase y no la acaba o la termina de otra forma porque mientras escribía se le ha cruzado otra idea... Quizá ustedes no se den siempre cuenta, pero yo que le conozco, que a veces me encarga que lea sus textos con ojos y oídos nuevos y le diga lo que no encaja, conozco muy bien todos sus fallos. Es desordenado, anárquico, caótico a veces, apresurado, cagaprisas, que apenas repasa lo que escribe. Se olvida del dicho que me enseñaron a mí en la Escuela de Canes de 2º grado, “non multa , sed multum”, que viene a ser una mezcla del ‘no por mucho madrugar, amanece más temprado’, ‘el que mucho abarca poco aprieta’ ,’vísteme despacio que tengo prisa’, ‘¡quieto parao!” ... y cosas de ésas que yo también debería aplicarme. Ya me lo dice mi amigo “Mundocane”: “Qui va piano, va sano; qui va sano, va lontano”, porque yo , a veces, también me ‘precipoto’.

En fin, eso es lo pienso de la escritura de mi papá, que dejándose llevar un poco por su verborrea construye una prosa un tanto lujuriosa, barroca, a la que le vendría muy bien la pausa, el reposo, la poda. Claro que en ese caso perdería un poco de su señas de identidad y lo comido por lo servido. Hasta aquí, parte de las observaciones que tenía que hacerle, y eso que sólo hemos entrado un poquito en la ‘forma’, porque si vamos al ‘fondo’ tendríamos bastante que contar. Pero todo se andará, que no se crea que sólo estoy aquí de adorno y para que me pasee. Puedo decirle muchas cosas más, por hoy vale.

Para que no se me enfade le voy a poner una canción que le gusta. A veces tiene también gustos algo especiales.