Tipos, tópicos, esteorotipos

By DOUCE

Este papá mío que se cree muy versado en algunas cosas, en realidad no sabe lo que es de verdad la vida y mucho menos lo que es nuestra vida de perros. Aún no ha reflexionado lo suficiente por sí mismo y obedece a muchos de los estereotipos que rigen la conducta y hasta los sentimientos de eso que se denomina especie humana. Los llamados "medios de comunicación de masas" - resulta muy adecuado el nombre - porque cada vez más están creando 'masas' que visteen comen, piensan y hasta sienten uniformadamente. Cada vez hay más masa y menos individuos, con lo cual, a los que pretenden y tratan de ser ellos mismos los tildan de raros, estrambóticos, si no los consideran tipos 'peligrosos' para la salud mental pública.

Bueno, pero yo no quería en principio soltarles este rollo pseudo psicosociológico porque no es lo mío, mi lenguaje es más sencillo y directo, pero acostumbrada como estoy a convivir con este papá mío tan raro, a veces sin darme cuenta, me contagio de su pedantería insufrible.

A lo que iba , que es mucho más fácil de entender. Acabamos de dar una birria de paseo y nos hemos , bueno me he encontrado, con un hermoso perro negro, alto, ágil, de ágiles movimientos que al verme ha desplegado todas sus artes seductoras para tratar de atraerme. Yo, como si no le hubiera visto, he ido a lo mío y no le he hecho ni p...equeñísimo caso. El pobre hombre, perdón, perro, ha regado todos los árboles que ha encontrado a su paso, como indicando 'esto es mío', tengo esto y lo otro etc...Como hacen esos chicos chulos que ponen los bafles de sus coches a todo ruido,'tunean' horteramente sus vehículos para deslumbrar a las jovencitas incautas.

A mí los chulitos, me refiero a los perros, no me van. A veces mi papá se incomoda un poco conmigo porque queda mal con alguna de sus conocidas que tienen perros con pedigrí y a los que yo ignoro olímpicamente y él tiene que inventarse disculpas para quedar bien. Nosotros, bueno en este caso nosotras, no miramos ni el pedigrí, ni la prestancia, ni otras chorradas por el estilo, será que la tele y la publicidad no ha corrompido nuestro natural instinto y gusto. A veces , para decepción de mi papá, que a lo mejor ha pensado para mí un 'novio' apuesto y de posibles, mis preferencias van por los perros vagabundos, los que no tienen collares de marca, ni les ponen esos abrigos 'príncipe de gales' cuando hace frío. Mi preferido, cuando estoy así como más cariñosa es un perro callejero , 'Pedro', que mora en "El Portalón", un bar de mi barrio y que está siempre a la puerta del 'establecimiento'. Ya he contado aquí, que hace poco tiempo, durante mi período más amoroso, salté el seto del jardín para ir en su busca, aunque ese bar no está tan cerca de mi casa y mi mamá se llevó un susto porque no sabía dónde estaba. "De todos modos no debes asustarte, le dije, ya sabes que yo siempre vuelvo a casa". No quedó muy convencida, pero yo sé lo que me digo.

Esto va para esos cursis que celebran los sanvalentines, los que van buscando a las que están 'como un tren' (no veo yo la razón de esta metáfora) o las que van tras el guapito de turno. Ni el tipo, ni la cara, ni la pasta, son garantía de lo principal. Se lo dice Douce, experta en relaciones sentimentales.