Un Jardiel de ida y vuelta

EL HUMOR OS HARÁ LIBRES

Desde que uno se hizo más jardielista leyendo a su nieto, Enrique Gallud Jardiel, sigue la pista de cualquier noticia alusiva a uno de los mejores maestros del humor que ha dado esta tierra áspera y cejijunta a la que le cuesta salir del humor burdo o chabacano. El humor de Jardiel disparatado, absurdo, sorprendente, utiliza personajes y situaciones muy hispanas pasadas y transformadas por el tamiz peculiar de su humor. En ese sentido, aunque a veces su humor, fruto de su exhuberancia creativa y de su genio prolífico, de su carácter polimorfo y hasta de sus propias urgencias vitales, necesitaría a veces la poda de revisiones quizá imposibles, sigue estando de actualidad y sus obras vuelven a los escenarios.

La nueva versión del dúo Recatero / Pérez Puig repone su “ Marido de ida y vuelta” esperando que su humor sea como una fresca lluvia de abril en esta España tan seca de talento, tan acomodaticia y apoltronada que soporta todo con tal de que no le toquen... lo suyo. En este ambiente crispado, de mutuos reproches, de exabruptos, de rencores resurrectos, se hace más necesario que nunca el humor, ese humor que pone en solfa nuestra rigidez, nuestro gesto adusto, porque como decía Mingote “ el español es un señor bajito, con bigote y cabreado”. Quizá los yogures nos hayan hecho crecer un poquito y un baño de democracia haya hecho desaparecer muchos bigotes pero el ‘cabreo’ eso si que no hay cristiano o musulmán que nos lo quite.

El humor como religión, el humor como salvación, el humor para mirar un poco más arriba de nuestro ombligo, es de urgente necesidad. A eso y no a prohibir tabacos, vinos y hamburguesas debería dedicarse en cuerpo y alma nuestro Ministerio de Sanidad si es que de verdad le preocupa la salud física y mental de los españoles y allegados. “Desde su buhardilla” en ABC, Laura Campmany – de casta le viene al galgo – reclama el humor como un respiro en este ambiente de asfixia que nos ahoga:

“En España, la Historia es de ida y vuelta, como los maridos que se inventaba Jardiel... Hagamos del humor un respiro, una tregua. Que el verdadero mundo, con su tiempo medido, con su galvanizante disparate y esos precisos mutis por el foro, sea el escenario. Que un marido se vaya pero vuelva, u ocurra que un ladrón sea gente honrada, o tengan marcha atrás los corazones... Ya dijo el propio Jardiel que hay dos sistemas de conseguir la felicidad: uno, hacerse el idiota; y otro, serlo. Ya que no somos tontos – o nunca lo bastante – al menos parezcámoslo. Y vamos a creerno, mientras triunfe el ingenio, que lo falso es la vida y lo cierto el teatro” (ABC, 10 de febrero 2007)

Comentarios

Enrique Gallud Jardiel ha dicho que…
Gracias por la publicidad. Es una obra muy divertida y, los que la vean, disfrutarán mucho. Es teatro honesto: tú poagas tu entrada y te cuentan una historia satisfactoria. En cuanto a la interpretación de Andoni ferrenño... eso es ya otro cantar. La cosa es que la obra, de 1939, sigue vigente, no como todo lo que se lee hoy en día, llamado a olvidarse en pocas semanas.
Douce ha dicho que…
En primer lugar, mis disculpas por haberte cambiado el apellido. No sé qué traición interna me llevó a adjudicarte el apellido materno de tu abuelo en lugar del aragonesísimo Jardiel.

Aparte de eso y agradecer tu justo comentario, comparto contigo tu 'cantar' sobre la capacidad interpretativa de Ferreño. No he visto la obra y sólo le conozco de la tele , no sé si su tipo de 'guapito' y su foma de actuar es capaz de 'meterse en la piel' de uno de los personajes de tu abuelo.

De todos modos esta observación no tiene más valor que el de una apreciación muy personal, puesto que no he visto la obra.

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